Los sindicatos médicos vuelven a exigir la recuperación del HUBU
El CSI-F y el SIS-CyL abogan por recuperar la gestión del Hospital Universitario al entender que supone un auténtico “robo a las arcas públicas”
Desde que el HUBU abrió sus puertas, la plantilla asistencial de Burgos se ha visto reducida en 117 trabajadores y se ha incrementado la jornada laboral
El HUBU es una “sangría” económica. Así al menos lo entienden los responsables de los sindicatos CSI-F y SIS-Cyl, que esta mañana han vuelto a exigir el “rescate público” del Hospital Universitario de Burgos al entender que el modelo público-privado está generando distorsiones en el normal funcionamiento del complejo tres años después de su inauguración. En estos tres años, subrayan, la Junta de Castilla y León ha tenido que abonar 200 millones de euros, un significativo montante económico que a su juicio ha condicionado -y seguirá haciéndolo- el presupuesto consignado por el Sacyl para financiar el ámbito asistencial.
Desde 2012 se han perdido 117 puestos de trabajo en el complejo asistencial de la capital
Desde 2012 se han perdido 117 puestos de trabajo en el complejo asistencial de la capital
En este sentido, Nuria Esteban, portavoz del SIS-Cyl, ha hecho hincapié en la paulatina pérdida de puestos de trabajo de profesionales sanitarios desde que el Hospital abriera sus puertas en 2012. Ahora mismo, destaca, hay 41 médicos, 41 enfermeras, 31 auxiliares de enfermería, 2 técnicos de laboratorio y 6 auxiliares administrativos menos en plantilla que hace tres años. Sólo se ha generado trabajo, y de manera casi simbólica, en Rayos X (2 técnicos más) y en la plantilla de celadores (otros 2 trabajadores más). Es decir, el Hospital de Burgos ha perdido desde 2012 un total de 117 puestos de trabajo.
Esa situación ha provocado, entre otras cuestiones, un aumento de la jornada laboral de más de 110 horas anuales, lo que se traduce en casi “14 días de trabajo más” para los profesionales del turno diurno, que han tenido que redoblar esfuerzos para cubrir las necesidades sanitarias. Y vaya si lo han hecho. Y es que, curiosamente, la actividad asistencial se ha visto significativamente incrementada durante este periodo gracias, según los sindicatos médicos, a dos aspectos. Por un lado, el “esfuerzo” extraordinario de los profesionales sanitarios; por el otro, la incuestionable mejora del equipamiento que ha traído consigo el HUBU. “Nadie puede dudar que el Hospital está tecnológicamente muy bien dotado”, sobre todo en comparación con el antiguo General Yagüe, subraya Esteban.
Gracias a la confluencia de estos dos factores, en 2014 se realizaron 14.000 intervenciones quirúrgicas (4.000 más que en 2012), se atendieron 5.000 urgencias más (un total de 120.000), se incrementaron las consultas externas (450.000 en vez de 425.000), se realizaron 5.000 TAC’s más (18.000 en vez de 13.000) y se disminuyó en casi un día la estancia media de los pacientes (ahora mismo es de 6,4 días).
Deficiencias
Sin embargo, este incremento de actividad no desvirtúa las numerosas deficiencias que a juicio de los sindicatos médicos presenta el HUBU, tanto en su “estructura” como en su organización. Así, al margen de los fallos de construcción que presenta el complejo, con aparición de goteras y dificultades en los accesos, los responsables del SIS-Cyl y del CSI-F critican que la gestión del hospital esté condicionada a los beneficios económicos de la empresa concesionaria.
En este sentido, Rafael Gómez-Galarza subraya la “baja calidad ” de los servicios de comedor o de mantenimiento, los cuales, además, aportan un margen de beneficio a Eficanza, que le cobra a la Junta más de lo que se paga a las contratas que realizan esos trabajos. Esto supone a la postre un auténtico “robo a las arcas públicas” que según los sindicatos médicos se solucionaría con la recuperación de la gestión del hospital. “Ahorraríamos muchísimo dinero” que podría invertirse en otros frentes, como por ejemplo la contratación de más personal asistencial, concluyen.