Raquel González volverá a gobernar el Ayuntamiento de Aranda en minoría
La candidata del PP se vuelve a hacer con el bastón de la Alcaldía tras el infructuoso acuerdo a cuatro bandas entre el PSOE, el RAP, IU y Si se Puede
González deberá buscar acuerdos puntuales para llevar a cabo sus políticas
Incógnitas casi hasta última hora, pero mismo resultado. Raquel González volverá a gobernar Aranda de Duero en minoría. Así quedó establecido en el pleno de investidura celebrado ayer, en el que González se hizo con el bastón de mando al ser la cabeza de la lista más votada en las elecciones del pasado 24 de mayo. La candidata ‘popular’ consiguió el apoyo de sus siete concejales, la misma cifra que la candidata socialista, Mar Alcalde, que finalmente sólo consiguió convencer a los dos corporativos de IU para que votasen a su favor.
El PP gobernará con sólo 7 de los 21 concejales de la Corporación
El PP gobernará con sólo 7 de los 21 concejales de la Corporación
En este sentido, la investidura de González fue una auténtica incertidumbre hasta casi el último minuto. Y es que, con una Corporación tan fragmentada como la arandina, con presencia de hasta 7 grupos políticos en 21 asientos, los pactos y acuerdos de investidura se antojaban totalmente necesarios.
En ese escenario, el PSOE buscó el apoyo del resto de fuerzas progresistas con el objetivo de arrebatar la Alcaldía al PP y en las dos últimas semanas encabezó conversaciones a cuatro bandas con IU, Si Se Puede y RAP. Unas conversaciones que finalmente no fructificaron y acabaron cediendo el bastón de mando a González.
Necesidad de acuerdos
Eso sí, tal y como está sucediendo en muchos municipios del territorio nacional (incluidos Burgos y Miranda), González deberá afrontar un gobierno en minoría. De hecho, la situación en Aranda es incluso más peliaguda que en otros puntos de la geografía burgalesa, ya que esa minoría es muy acusada. Con sólo 7 de los 21 concejales del Consistorio, el PP deberá buscar acuerdos puntuales con otras fuerzas para sacar adelante su proyecto político. Y vista la situación, no se antoja ni mucho menos sencillo.
Por eso, desde la bancada popular ya se ha tendido la mano al resto de grupos para entablar un diálogo fluido, una petición que, a priori, parece más viable con unos que con otros. Sea como fuere, la negociación volverá a marcar la hoja de ruta del Ayuntamiento ribereño durante los próximos cuatro años.