Los concejales de Imagina prometen su cargo por “imperativo legal”
Los seis concejales electos de Imagina Burgos se saltan el guión y acaban utilizando la fórmula establecida “por imperativo legal”
Alrededor de un centenar de personas siguieron el pleno de investidura
“Prometo (o juro) por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de concejal con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado”. Una fórmula manida y encorsetada, pero la única legalmente establecida para tomar posesión del acta como concejal y que de vez en cuando -cada vez más a menudo- protagoniza alguna anécdota, ya sea por error o conciencia.
Fernández Santos tuvo que repetir su promesa al olvidarse de parte de la fórmula protocolaria
Fernández Santos tuvo que repetir su promesa al olvidarse de parte de la fórmula protocolaria
En esta ocasión, fueron los seis concejales de Imagina Burgos los que se saltaron el guión, al menos en parte. Y es que, todos ellos acabaron usando la fórmula protocoloria por “imperativo legal“. Nada más comenzar la investidura, Eva de Ara prometía “ante el pueblo desempeñar el cargo como concejala que me ha sido otorgado y guardar y hacer guardar la Constitución hasta que la ciudadanía decida cambiarla, sin renunciar a mis principios democráticos”. Toda una declaración de intenciones que, eso sí, recibió la reprimenda del concejal socialista Antonio Fernández Santos, presidente de la Mesa de Edad, quien instó a De Ara a repetir su promesa, esta vez utilizando la fórmula legal, pero subrayando que lo hacía “por imperativo legal”.
El mismo ejemplo siguieron los otros cinco compañeros de Imagina Burgos, que en mayor o menor medida también se salieron de la línea marcada. Sara Hojas, por ejemplo, no mencionó aquello de la “lealtad al Rey”, ya sea por despiste o conciencia. Asimismo, el portavoz del grupo, Raúl Salinero, prometió el cargo “sin renunciar a mis valores y mis principios democráticos”.
Pero los concejales de Imagina no fueron los únicos en dar de qué hablar durante la investidura. El propio Fernández Santos, que hasta entonces había sido el más crítico con aquellos que no utilizaban bien la fórmula, se olvidó de mencionar que prometía el cargo “por mi conciencia y honor”, lo que obviamente generó el chascarrillo fácil entre público. Con una sonrisa, el veterano concejal asumió el error y volvió a prometer el cargo. A la segunda fue la vencida.
Mucha actividad
Mientras tanto, en la sala de prensa de la Casa Consistorial se vivía una situación atípica. Y es que, el limitado aforo del salón de plenos obligó a habilitar ese espacio para los que quisieron asistir a la investidura. Los periodistas, por su parte, fueron desplazados al hall de entrada, donde tuvieron que seguir la sesión mediante señal televisiva. Casi un centenar de personas acudieron a la cita, la mayor parte de ellos, a juzgar por su capacidad sonora, auténticos ‘supporters’ de Imagina. Cada vez que uno de sus concejales tomaba la palabra aplaudían sin parar. Como no podía ser de otra forma, Lacalle recibió abucheos.
Asimismo, los trabajadores temporales de la UTE Jardines Burgos, sumidos en un conflicto con la empresa desde hace varias semanas, aprovecharon la celebración del pleno para volver a manifestarse a las puertas del Ayuntamiento y dar la puntilla a una jornada sin duda fuera de lo común en la Casa Consistorial.