2-1. CrisTitán da la permanencia al Burgos

Cristian fue el protagonista de una victoria que vale una permanencia, dando la vuelta al partido con dos goles en dos minutos

El Zamora tuvo sus opciones, pero el Burgos supo dejar el protagonismo cuando debía, para desgastar a los blanquirojos

2-1. CrisTitán da la permanencia al Burgos El Zamora y el Burgos son viejos conocidos. "JARCHA"

Victoria y permanencia, la mezcla que andaba buscando el Burgos en la penúltima jornada de liga. Cristian se erigió como el salvador de un equipo que salió algo apático y dejando el papel de protagonista a un Zamora que necesitaba aún más la victoria que los burgaleses, si quería tener opciones de permanencia en Segunda B.

Ese papel principal acabó haciendo daño al Burgos que recibió un gol en contra en el minuto 37 y recreó los fantasmas del descenso, tanto en el campo, como en la grada. Los rojiblancos aprovecharon la lesión de Gabri, que dejó a los suyos con diez, para marcar un tanto que les ponía por delante.

Fue Cristian quien se echó el equipo a la espalda y dio la vuelta al marcador con dos goles en apenas dos minutos. Goles como soles que dieron a la postre la victoria a los blanquinegros. Ahora la directiva tiene la enésima oportunidad para cambiar su política de confección de plantilla y entregar a los sufridos aficionados que no abandonan al equipo, un proyecto que ilusione y devuelva al Burgos a la posición próxima que marca su presupuesto.

Ficha técnica

2 – Burgos CF: Aurreko; Andrés, Dani Guillén Maureta, Quesada, Moke, Cristian, Llorente, Gabri Gómez (Beñat min. 77), Gabri (Javi Hernández min. 40), Carralero (Jorge Sáez min. 63).

1 – Zamora CF: Garabato; Álvaro, Alberto Prada, Kurbus, Carrillo, Salva Rivas, Arkaitz, Fran Ochoa (Rodri min.60), Manu Gabilán, Sergi Mut (Carlos de la Nava min. 72), Coque (Cristian min.12).

Goles: 0-1 Salva Rivas (min. 37), 1-1 Cristian (min. 40), 2-1 Cristian (min. 42).

Árbitro: Rezola Etxebarria amonestó a Quesada en el minuto 84 y Aurreko en el 85

Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo séptima jornada de Segunda División B, grupo I, disputado en el Estadio Municipal El Plantío ante unos 2.300 espectadores.

Flojísimos primeros minutos se vieron en el inicio de partido en una tarde calurosísima en Burgos. Los locales sabían que su necesidad era mucho menor que la de un Zamora en la UVI. La iniciativa la tuvo el equipo rojiblanco. El Burgos trataba de no quedarse atrás y hacía su batalla en el centro del campo. El Zamora no mordía, aunque se aproximaba más que los locales.

No fue hasta el minuto 18 cuando se vio la primera ocasión de gol de los de Gonzalo Arconada. Una internada por banda izquierda acabó con Llorente sólo ante Garabato que despejó el balón con los pies. Esa ocasión calentó la maquinaria de los blanquinegros que conseguían ver portería con una mayor regularidad. Garabato estaba salvando puntualmente a su equipo que se había entregado a la defensa, a pesar de ser los que necesitaban los tres puntos como única vía de salvación.

La precisión en los desplazamientos de balón generó dos buenas acciones prácticamente consecutivas, protagonizadas por Carralero y Cristian. En el 33, la lesión de Gabri generó una buena acción del Zamora que optaba por un disparo ajustadísimo disparo a la base del poste izquierda de Aurreko que sólo llegó a rozarlo, antes de que el balón entrase en la portería local.

Cuando el pánico traspasó el corazón de los locales, apareció Cristian que asestó dos disparos sobre la portería de Garabato, batiéndolo y levantando al público que ya preparaba los pitos para despedir al equipo en el descanso. El delantero blanquinegro había dado la vuelta al marcador y obtenido la ovación del público.

El papel conservador del Burgos le llevó a esperar atrás a un Zamora con poco fútbol que lo intentó por banda buscando rematador. Los locales buscaban sus ocasiones a través de contras que no gozaban de demasiada profundidad.

Las fuerzas se equilibraron con un Zamora que iba agotando tanto sus energías como sus opciones de permanencia. Toma y daca en ambas áreas, aunque sin sensaciones reales de peligro en ningún conjunto. El reloj avanzaba y la necesidad apremiaba a los rojiblancos que volcaban sus opciones sobre la portería local. Aurreko tenía que intervenir y recuperaba el malestar del guardameta sobre su defensa. Constantes pérdidas de balón en el centro del campo daban alas al Zamora. La incapacidad los casi descendidos libraban a un Burgos que estaba pasando más apuros de los deseados en la recta final del encuentro.

La próxima jornada, si la huelga de futbolistas se desconvoca, el Burgos se medirá al ya descendido Tropezón en un partido que sólo servirá a cántabros y burgaleses para poner el cierre definitivo a una temporada para aprender de los errores.