La cubierta del Coliseum no presenta problemas de oxidación, según Ibáñez
La dirección de obra detectó puntos de pintura levantada y principio de oxidación fruto del manejo habitual de la estructura
Se exigió a la empresa el arreglo de los desperfectos antes de montar la cubierta, y se ha emitido el informe correspondiente
El portavoz municipal califica de “alarmistas” las declaraciones de Fernández Santos, asegurando que no hay peligro
De “alarmistas” ha tildado Ángel Ibáñez las últimas declaraciones del concejal socialista Antonio Fernández Santos sobre el Coliseum, en las que aseguraba que habían aparecido puntos de oxidación en la nueva cubierta. Y una alarma “infundada”, porque la realidad nada tiene que ver con la imagen que, según el portavoz municipal, quiso transmitir el socialista ante los medios de comunicación el pasado martes. Y es que Ibáñez reconoce que se ha tenido que solicitar un informe a la empresa responsable de la cubierta, pero niega que la estructura presente ningún tipo de problema de relevancia.
De acuerdo con las explicaciones dadas tras la Junta de Gobierno Local, la dirección de obra había detectado puntos en la cubierta en los que la pintura que la recubre se había levantado. Ibáñez asegura que se trata de una situación normal, fruto de los roces y golpes que sufre una estructura de estas características mientras se está trabajando sobre ella, y así lo han explicado tanto desde la empresa como los propios trabajadores. De todos modos, se exigió un arreglo de los desperfectos, algunos de los cuales ya presentaban principio de oxidación, antes de que se montase la cubierta.
Sin riesgo
Y así se ha hecho, afirma el portavoz municipal, y la propia empresa ha emitido el correspondiente informe explicativo de lo ocurrido y de la intervención realizada. Lo que se ha encontrado el PSOE en el expediente es uno más de los “centenares de apuntes” que se incluyen en una intervención de estas características. Apuntes, aclaraciones o petición de explicaciones de los técnicos, arquitectos, aparejadores y demás profesionales que trabajan en el proyecto, dentro del normal funcionamiento de una obra, insiste Ángel Ibáñez.
Todo lo demás que se pueda decir son “excusas peregrinas” de los socialistas para oponerse a las obras de remodelación de la Plaza de Toros. Y es que no existe ningún riesgo para la cubierta, ni presenta problemas estructurales, ni oxidación derivada de una mala construcción, ni se va a venir abajo… Nada de nada. Además, la propia empresa es la primera interesada, recuerda el portavoz, en que el trabajo se haga de la manera adecuada, dado que tendrá que entregar el preceptivo certificado de calidad, con el que avalará la cubierta, asumiendo cualquier tipo de responsabilidad futura.