Distintas organizaciones advierten de la creciente presencia de la pobreza infantil en Burgos
La parroquia San Juan de Ortega, el Centro de Día de Apoyo al Menor o la asociación Saltando Charcos han puesto de relieve a los niños, quienes sufren de forma más sensible la crisis
Unos 70 adultos y niños han recorrido la distancia que separa la parroquia de la Plaza Mayor, donde hay realizado diferentes actividades
Javier Benito, miembro de la parroquia San Juan de Ortega asegura que están alarmados por la creciente pobreza infantil en los últimos años. Benito reconoce en los niños “las verdaderas víctimas de una sociedad basada en la desigualdad” y en la que ellos son “la parte más débil del eslabón y quienes están sufriendo las consecuencias de la crisis”. Además, asegura Javier “estos niños quedan marcados”. Afirmaciones en las que coincide Agustina Simón, del Centro de Día de Apoyo al Menor de Cáritas, quien percibe como “la pobreza infantil está aumentando”.
La pobreza infantil ha dejado de ser “racista”, que afectaba principalmente a hijos de inmigrantes, para convertirse en transversal, “afecta a todos por igual”, advierte Javier Benito. En la parroquia San Juan de Ortega, Javier Benito ha tenido la oportunidad de atender a familias que acuden a la Iglesia en busca de ayuda. Javier asegura que los padres que llegan a la parroquia están en una situación de “desbordamiento total” en la que “no saben que hacer”. Principalmente piden alimentos, apoyo escolar o el pago de facturas de luz o de agua, pero para Benito la respuesta a sus problemas no se encuentra ahí. “Al final lo que las personas en esta situación más necesitan es saberse escuchado, porque no hay nadie que les haga caso, sentirse reconocidos, porque no valen para nadie y orientación para encontrar una salida”.
‘Marcha sobre ruedas’
Para hacer visible este problema social y coincidiendo con el Día Mundial Contra la Esclavitud Infantil, Saltando Charcos, la parroquia San Juan de Ortega y el Centro de Día de Apoyo al Menor de Cáritas han realizado una marcha desde parroquia hasta la Plaza Mayor, donde han leído un manifiesto, han soltado globos y han bailado con la actuación de Alassane, un grupo de raíces senegalesas basado en la percusión.