La FEC elabora un estudio para detectar nuevos “Mango” en el PGOU
Los comerciantes quieren concretar los usos comerciales recogidos en el Plan General para controlar futuras nuevas “excepciones”
El Colegio de Arquitectos les ha remitido un informe en el que concluyen que el proyecto de Mango se ajusta a la normativa
Julián Vesga insiste en que van a estar muy vigilantes con el Ayuntamiento para que las excepciones no se conviertan en norma
La próxima apertura de un establecimiento de Mango en el edificio de CaixaBank (antigua Caja de Ahorros Municipal) ubicado en la Plaza de Santo Domingo ha despertado todas las alarmas entre los profesionales del comercio de proximidad. Y es que el Ayuntamiento ha concedido una declaración de excepcionalidad al proyecto de la firma de moda femenina, por el que se permite utilizar la segunda planta del inmueble, lo que inicialmente iría en contra del Plan General de Ordenación Urbana. Y es que para los edificios con doble uso, comercial y vivienda, el límite se encuentra en la primera planta.
Sin embargo, el informe solicitado por la Federación de Empresarios del Comercio (FEC) al Colegio de Arquitectos demuestra que la declaración de excepcionalidad cumple la normativa. Los técnicos municipales daban de paso el proyecto basándose en dos principios del PGOU. Por un lado, la posibilidad de aceptar excepciones a su cumplimiento “siempre que se pondere la singularidad del proyecto” y, por otro, la importancia de saber “flexibilizar los usos para atender mejora a las necesidades cambiantes”, y Mango encajaría perfectamente en ambos supuestos.
Toque de atención
Y es que para ser una iniciativa viable requiere de la segunda planta del edificio, y dado que esta siempre ha albergado oficinas y la zona de viviendas tiene acceso independiente, nada se puede alegar contra la declaración de excepcionalidad. Y así también lo han constatado los arquitectos. Pero no por ello los comerciantes dejan de estar preocupados, asegura el vicepresidente de la FEC, Julián Vesga. Por es motivo, se ha encargado al Colegio de Arquitectos un estudio en el que se analicen todos los usos comerciales que permite el PGOU.
En concreto, quieren saber en qué más situaciones se podría firmar una declaración de excepcionalidad, puesto que temen que acabe por normalizarse. Que se instaure una política por la que se facilite a grandes superficies instalarse en antiguos edificios y, alegando nuevas necesidades, interés general o proyecto singulares, se permita lo que no se permite a los pequeños y medianos comercios, insiste Vesga. Es “un toque de atención”, para que en el Ayuntamiento sean conscientes de que van a estar muy vigilantes. Las normas deben cumplirse y las excepciones deben ser excepciones, aseguran desde la FEC.