Desestimada la denuncia contra la conversión de la Fundación Caja de Burgos

La titular del Juzgado de Instrucción nº1 alega que los denunciantes “no están capacitados” para iniciar el proceso

Los ocho expatronos recurrirán ante la Audiencia Provincial, convencidos de que les darán la razón

Agapito Gómez lamenta la lentitud de la justicia, que acabará resolviendo el caso cuando ya no haya remedio

El Juzgado de Instrucción nº1 de Burgos ha desestimado la denuncia presentada por ocho expatronos de la Fundación Caja de Burgos contra su conversión en fundación bancaria. La decisión de la jueza titular se sustenta en que estos antiguos miembros del patronato “no están capacitados” para presentar dicha denuncia, pero no entra a valorar el contenido de la misma. Es decir, los expulsados, “los que somos los más perjudicados por el proceso, no estamos  habilitados” para iniciar ningún tipo de acción legal contra el mismo, lamenta uno de los impulsores, Agapito Gómez.

Nada más dice el auto de la jueza, ni ofrece otros argumentos, ni plantea ejemplos de casos similares, insiste Gómez, de ahí que el expatrono esté convencido de que lo único que ha intentado la magistrada es “quitarse el muerto de encima”. Y al menos de momento lo ha conseguido, aunque los denunciantes ya han asegurado que recurrirán el auto ante la Audiencia Provincial, y “aquí tenemos jurisprudencia a nuestro favor”, afirma Gómez. “Nos estimarán la apelación y volverá al mismo juzgado para que continúe el procedimiento”, pronostica el expatrono.

“De qué me sirve a mí que nos den la razón si pasan 3 o 4 años desde la denuncia”

Sin embargo, esta confianza de Gómez en la Audiencia Provincial no es ningún consuelo. Y es que la desestimación de la denuncia sólo servirá para dilatar el proceso en el tiempo. Si el juicio estaba señalado inicialmente para el 28 de mayo, ahora habrá que esperar a la resolución de la Audiencia Provincial, lo que no llegará antes de julio, así que la vuelta al Juzgado de Instrucción nº 1 y el nuevo señalamiento se retrasarían hasta después del verano. Y todo ello sin contar con los recursos que expatronos y Fundación Caja de Burgos puedan interponer contra las decisiones judiciales, hasta que se llegue a una sentencia firme del Tribunal Supremo.

La justicia llegará tarde

Agapito Gómez muestra su malestar por esta situación puesto que, cuando se resuelva el caso, el nuevo patronato “ha podido hacer lo que haya querido con la Fundación” y ya no habrá marcha atrás. “De qué me sirve que dentro de tres o cuatro años me digan que la denuncia tenía sentido si ya no se puede hacer nada”, insiste Gómez. Y es que los expatronos protestan contra el proceso de conversión de la entidad en Fundación Bancaria, aprobado el 15 de mayo de 2014, alegando que se incumplieron los estatutos, pero también la Ley de Cajas de Ahorro.

En esa reunión de mayo, se aprobó la transformación, el nuevo Patronato y estatutos, pero sin respetar las mayorías que se exigían en los anteriores estatutos para llevar a cabo dichas aprobaciones. De ahí que los ocho expatronos que quedaron fuera de la conversión consideren que el proceso no fue legal. También dudan de que cumpla con la Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones Bancarias, a pesar de que el cambio esté amparado por la Junta de Castilla y León, que dio el visto bueno a la nueva fundación semanas después de ese 15 de mayo.