La Catedral cobija el encuentro más emotivo

Jesús con la Cruz a cuestas y Nuestra Señora de los Dolores se encuentran en la Plaza del Rey San Fernando entre aplausos y vítores

La Procesión de El Encuentro recorrió durante casi hora y media las calles del centro, arropada por cientos de burgaleses

Domingo Ortega reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo, pero también sobre el dolor de una madre que pierde que a su hijo

La Catedral cobija el encuentro más emotivo

Una Plaza del  Rey San Fernando abarrotada. Burgaleses y visitantes esperando uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa de la capital. La madre que se encuentra con su hijo, el hijo que se encuentra con su madre, y la Catedral como testigo. Episodio del camino del Calvario, con Nuestra Señora de los Dolores y Jesús con la Cruz a Cuestas como protagonistas, que han recorrido las calles del centro de Burgos, desde sus respectivas iglesias, la de San Gil para la Virgen y la de San Cosme y San Damián, al otro lado del Río Arlanzón, para Jesús.

Un recorrido de más de una hora de duración en el que las imágenes han estado arropadas por el sonido de los tambores, las cornetas y las bandas; el olor del incienso; los vítores, aplausos y aclamaciones de los más devotos; y sobre todo cientos de ciudadanos que han acompañado a Cristo en uno de sus momentos más vulnerables. Grandes y pequeños, estos últimos esperando sentados en el suelo o encaramados a las vallas, se han mezclado con los paseantes de última hora de la tarde que, con emoción o curiosidad, se han parado un instante para ver pasar a la madre dolorosa y al Jesús sufriente.

El Encuentro

Pasaban diez minutos de las nueve de la noche cuando Jesús con al Cruz a Cuestas hacía su entrada en la Plaza del Rey San Fernando, por el Arco de Santa María, donde ha tenido que esperar la llegada de Nuestra Señora de los Dolores. Quince minutos más tarde ambas imágenes eran recibidas entre aplausos y vivas frente a la Catedral, donde se ha producido el esperado y emotivo encuentro. El acto religioso ha concluido con una alocución de Domingo Ortega, sacerdote burgalés y profesor de la Universidad de Burgos, y una pieza musical.

Ortega ha hecho reflexionar a los asistentes sobre la Pasión y Muerte de Cristo, sobre su recorrido camino del Calvario, sobre los momentos tan difíciles vividos entre el prendimiento y la crucifixión. Pero también, sobre el dolor que siente una madre que lleva tres décadas esperando un desenlace tan cruel y que, una vez conocida la sentencia, sale al encuentro del hijo para despedirlo. Poco hablan las Sagradas Escrituras de ese padecimiento, asegura Ortega, pero como hombres y mujeres no podemos dejarlo a un lado, y toca reivindicarlo como esta procesión de ‘El Encuentro’.