3-1. El Burgos quiere pero no puede
El Racing de Ferrol fue superior durante prácticamente todo el encuentro
Únicamente un lanzamiento de falta impecable de Álex Cruz puso opciones en el bando burgalés
El Burgos se mantiene en el puesto 14, a la espera de lo que hagan sus rivales directos mañana
El quiero y no puedo del Burgos sigue preocupando cada vez más. El rival de esta jornada, el Racing de Ferrol, fue demasiado para el cuadro de Gonzalo Arconada que, en general, pone más ímpetu que acierto.
Aunque esta derrota no supone, de momento, la pérdida de la decimocuarta posición. La victoria de rivales como el Zamora, le podrían acarrear quedar en puestos aún más calientes. El Burgos, a sólo cuatro puntos del descenso que marca el Sporting B con 30 puntos, podría situarse más cerca en caso de que los gijoneses se impongan a domicilio al colista de la liga, el Marino de Luanco.
Ficha Técnica
3.- Racing de Ferrol: Mackay; Álvaro, Antonio López, Tena, Nano; Vela, Maikel (Dani Rodríguez), Adrián Cruz (Adrián Dalmau min.65), Marcos Álvarez; Pablo Rey (Maceira min. 65), Joselu.
1.- Burgos CF: Aurreko, Sergio Estéban, Dani Guillén, Quesada (Cristian min.84), Maureta; Llorente, Moke, Álex Cruz (Carralero min. 62), Raúl Rodrigo (Beñat min.76), Jorge Hernández y Gabri Gómez.
Goles: 1-0.- Nano, minuto 40. 1-1.- Álex Cruz, minuto 58. 2-1.- Dalmau, minuto 73. 3-1.- Marcos, minuto 88.
Árbitro: Ripoll Solano (Colegio Balear). Mostró tarjeta amarilla por parte del Burgos CF a Javi Hernández y Quesada. Por parte del Ferrol fue amonestado Víctor Vázquez y Adrián Dalmau.
Incidencias: Partido de la trigésima jornada del Grupo I de la Segunda B, disputado en A Malata ante unos 500 espectadores.
Presión local
El Burgos arrancaba el partido desde el lado del campo al que le favorecía el fuerte viento de A Malata. Un factor que le permitió salir beneficiado de las contras que aprovechó. El Racing Ferrol estaba bien instalado en su casa y llevaba la batuta del juego, sin dar opciones a un Burgos que no conseguía sacudirse la presión de los locales. El poder ofensivo del binomio formado por Pablo Rey y Joselu sucedía las ocasiones de gol que la defensa blanquinegra era capaz de desbaratar.
En el minuto 25 llegó el aviso más serio del Ferrol, con un Joselu que cruzó un buen balón al que no llegó Nano por poco. Sólo tres minutos más tarde, en el 28, Marcos Álvarez metió el miedo en el cuerpo a un Burgos que cada vez sufría más para sacudirse la presión asfixiante de los gallegos. Los balones largos eran la vía de escape más utilizada por los defensores del Burgos. En alguna ocasión, la combinación funcionaba y se hizo necesaria la intervención de Mackay, en un buen lanzamiento de Álex Cruz.
Cuando el Burgos daba muestras de estar vivo llegó el gol del Ferrol. Corría el minuto 40 cuando un córner botado desde la izquierda por Pablo Rey, era rermatado por Nano de cabeza en un grave error de la defensa burgalesa que permitió la entrada del lateral. Los locales olían la sangre de su víctima y siguieron insistiendo hasta que el minuto 45 supuso el alivio para los de Gonzalo Arconada.
Cambio de aires
El Burgos salió de vestuarios con un optimismo renovado que se plasmó en una mayor intensidad del equipo. Las filas blanquinegras subieron y el peligro se hizo notar sobre la portería local. Fruto del planteamiento más ofensivo de los blanquinegros llegó una peligrosa falta a Javi Hernández desde la frontal del área. Álex Cruz tomó el protagonismo del lanzamiento. El jugador canario puso el balón en la escuadra izquierda de la portería, muy lejos de donde podía llegar Mackay, empatando el partido (1-1).
Con un Burgos más ofensivo el partido se volvió anárquico. El Ferrol había bajado sus pulsaciones y Manuel Ángel Rodríguez, entrenador local, optó por meter dos hombres de refresco para pausar el partido. Maceira y Dalmau dieron el relevo de un inspirado Pablo Rey y Adrián Cruz.
Trabajo al traste
No se tardó en ver el efecto positivo de las nuevas incorporaciones locales. El joven Adrián Dalmau aprovechaba un balón al espacio que superaba a Mikel Aurreko en su salida y ponía el 2-1. El Burgos CF lo intentó con lo que le quedaba hasta el final del partido, pero más allá del gran gol de Cruz, los burgaleses no tuvieron muchos argumentos para merecer un tanto más.
La sentencia llegó con una jugada similar a de Dalmau, sólo que por la banda derecha. Marcos ganaba la espalda de su rival y se encontraba con un Mikel Aurreko que era batido para marcar el definitivo 3-1.
La derrota ante un candidato a los puestos de playoff debe contrarrestarse la próxima jornada con un partido vital ante el Celta B, rival directo por la permanencia. El Plantío celebrará el partido el domingo, 22 de marzo, a las 17.00 horas con el objetivo de sumar tres puntos y cerrar la racha de dos derrotas consecutivas.