Gastronomic Cities se cierra apostando por la transferencia de “buenas prácticas” gastronómicas

La iniciativa pionera en Europa ha demostrado que se pueden intercambiar conocimientos entre las ciudades para mejorar sus políticas

Burgos ha liderado el proyecto, ofreciendo su ejemplo como referente gastronómico e impactando gracias a ‘Devora, es Burgos’

La gastromonía se contempla con una verdadera alternativa para la reactivación económico y la creación de empleo en la Unión Europea

Gastronomic Cities se cierra apostando por la transferencia de “buenas prácticas” gastronómicas Última reunión de 'Gastronomic Cities'. BC

El proyecto europeo Gastronomic Cities, en el que participan las ciudades de Fermo (Italia), Alba Iulia (Rumanía), Korydallos (Grecia) y L’Hospitalet de Llobregat, bajo la dirección de Burgos, llega a su fin. Y lo hace con unos resultados “extraordinariamente positivos”, a juicio del asesor técnico de la Comisión Europea, Janez Sirse. Tras 18 meses de trabajo, la iniciativa ha demostrado que las ciudades pueden intercambiar conocimientos, utilizando la gastronomía como instrumento de reactivación de la economía y el empleo, pero también como base para la creación de una identidad propia de ciudad.

“Las buenas prácticas redundan en beneficios para la ciudad, la actividad económica y el área rural circundante”

En Gastronomic Cities, Burgos ha sido la encargada de mostrar sus “buenas prácticas” en el sector de la gastronomía, con los proyectos puestos en marcha tras haber ostentado la capitalidad española en el 2012. Sirse ha asegurado que el resto de participantes han reconocido a Burgos como un modelo a seguir y, sobre todo, “admiran” su iniciativa ‘Devora, es Burgos’, un ejemplo de trabajo conjunto entre profesionales, hostelería, instituciones educativas y políticos. Para el asesor técnico, la iniciativa ha servido para generar una identidad, una marca, mejorando la imagen y la proyección internacional de Burgos.

Multiplicador gastronómico

Las principales conclusión del programa que finaliza este mes de marzo son dos. Por un lado, las experiencias particulares pueden y deben ser transferidas, porque siempre es mucho más fácil y exitoso comenzar a trabajar sobre ejemplos ya demostrados. Por otro, la gastronomía tiene un efecto “multiplicador”, es decir, estas “buenas prácticas”, los proyectos e iniciativas desarrollados, redundan en beneficios para la ciudad, sus vecinos, la actividad económica, la cultura e, incluso, el entorno rural circundante, ha explicado Janez Sirse.

Y así lo han podido comprobar las ciudades participantes, tras poner en marcha alguna de las iniciativas burgalesas. Por ejemplo, en Italia se ha desarrollado la fórmula del ‘Devora’, bajo la nomenclatura de ‘Sabores’, y en Rumanía se ha fomentado la formación hostelera y los encuentros de profesionales. Por su parte, Peter Ramsden, coordinador técnico del programa, se ha mostrado orgulloso por los resultados obtenidos. Considera que la iniciativa es una buena muestra de lo que se puede hacer para “reactivar la economía europea, crear empleo local e implicar a las empresas para tener una  mejor ciudad”.

Beneficios para Burgos

Burgos ha sido reconocida como referente gastronómico y admirada por el ‘Devora’

Pero Gastronomic Cities no sólo ha sido beneficioso para las otras cuatro ciudades participantes. Burgos también se ha aprovechado de este programa europeo, que le ha otorgado mayor proyección internacional. El alcalde, Javier Lacalle, ha asegurado que se “han superado ampliamente los objetivos marcados”, ya que la ciudad también ha podido hacer un análisis de su estrategia de trabajo, detectar fallos, aprender de las experiencias de otras localidades y sumar todo ello a próximos proyectos y objetivos gastronómicos.

La iniciativa, impulsada por el Plan Estratégico Ciudad de Burgos, forma parte de los fondos europeos Urbact II, y ha sido un proyecto “pionero” en toda Europa, que ha dejado muy satisfechos a los técnicos de la Comisión. Por ese motivo, se abre un nuevo periodo de participación, para la generación de redes europeas de intercambio de conocimientos entre ciudades de diferentes países. España cuenta con tres ciudades líderes. Además de Burgos, en gastronomía, están Igualada, en innovación educativa, y Barcelona, en mercados locales como motores de crecimiento y desarrollo.