La oposición afea el superávit municipal con la subida de tributos

Salvador de Foronda defiende la estabilidad económica, sin déficit, con reducción de la deuda y mejorando el pago a proveedores

PSOE y UPyD le recuerdan que el superávit se debe a un incremento “excesivo” de impuestos, tasas y precios públicos

Carmen Hernando calcula la deuda del Ayuntamiento en 430 millones de euros, unos 2.400 por ciudadano

La oposición afea el superávit municipal con la subida de tributos De Foronda, momentos antes de comenzar el pleno. GIT

El pleno ordinario del Ayuntamiento de Burgos daba cuenta el pasado viernes de la liquidación del Presupuesto de 2014, una liquidación que arroja un superávit de 34,4 millones de euros. La diferencia entre los ingresos y los gastos municipales fue de 19,3 millones, mientras que la famosa Cuenta 413 (esa que acumula facturas sin contabilizar pendientes de pago) cerró con 2,4 millones de euros, muy alejados de los 19 millones de 2011. “Sin déficit, con remanente, pagando mejor a proveedores, con una reducción de la deuda… Así finaliza el actual mandato”, presumía el concejal de Hacienda.

Pérez: “No han tenido superávit, lo que les sobra son los apuros que han sufrido los burgaleses”

Sin embargo, Salvador de Foronda tuvo que aguantar que los grupos de la oposición le “afeasen” estos buenos datos, recordando la subida de impuestos, tasas y precios públicos que, a su juicio, se ha producido durante los últimos años. La socialista Carmen Hernando insistía en que se han incrementando los tributos “de manera excesiva” y, en algunos casos, hasta ilegal, como ha certificado el Tribunal Superior de Justicia con respecto al IBI de 2013. Pero también se ha rebajado el presupuesto de Servicios Sociales, lo que demuestra que el PP ha estado “ajeno a la realidad e impasible a las necesidades de los ciudadanos”.

En la misma línea fueron las críticas de Rosario Pérez, de UPyD, quien aseguraba que “no se ha sabido calcular adecuadamente el presupuestos, y ahora nos ha sobrado dinero”. La única concejal magenta insistía en que debe ajustarse “al máximo” la ejecución del presupuesto, “máxime cuando la situación de la ciudadanía es precaria”. En cambio, el Equipo de Gobierno ha optado por seguir exprimiendo al burgalés para, a final de mandato, presumir de superávit.  “No han tenido superávit”, clamaba Pérez, “lo que les sobra son los apuros que han sufrido los burgaleses”.

Estabilidad económica

La respuesta del concejal de Hacienda fue clara. Defendió la estabilidad económica del Ayuntamiento, tras años duros. Ahora se gasta menos de lo que ingresa, “fruto de un proceso de mejora continuo de la gestión municipal”, insistía. Se han podido cubrir gastos y servicios, se ha conseguido ahorro neto para incrementar las inversiones y se ha amortizado deuda. En este caso, De Foronda presumía de reducir a la mitad la deuda municipal entre el 2011 y el 2015, año que quieren cerrar con un dato inferior a los 100 millones. “Cuentas con futuro y reales”, aseguraba, que ofrecen “viabilidad de cara a la próxima legislatura”.

Foronda: “Sin déficit, con remanente, pagando mejor a proveedores, con una reducción de la deuda… Así finaliza el mandato”

Cifras éstas que nunca han cuadrado al PSOE, que estima la reducción de la deuda en un 20 por ciento, cerrando el 2014 con 118 millones de euros. Pero a esa cantidad, recordaba Hernando, se le deben de sumar los 9,4 millones que se le adeudan al Estado, los 14,3 millones de los consorcios en 2014, la deuda a proveedores de 17 millones, otros 3 millones de la Cuenta 413 y, para finalizar, 14 millones obligaciones reconocidas pero no pagadas. Y si tenemos en cuenta que la deuda total de los consorcios es de más de 270 millones, hablamos de una deuda municipal de 430 millones, es decir 2.400 euros por ciudadano.

Para finalizar, la socialista ha vuelto a criticar el mal funcionamiento de la Oficina de Atención al Contribuyente (BAC), que debido a la escasez de personal y a la falta de formación, ha incrementado la “pelota” de ingresos sin contabilizar. Es decir, si a finales de año siempre queda un acumulado procedente de tributos municipales que no se ha asignado a su correspondiente origen (IBI, IAE, Basuras…) porque el presupuesto se cierra administrativamente antes de que se acabe el año, ese acumulado fue 7 millones de euros superior a la media de años anteriores. Y la causa, según Hernando, es el mal funcionamiento del BAC.