Exigen cambiar también los valores catastrales de suelos urbanizables no ejecutados

Los propietarios recuerdan que, aún con planeamiento urbanístico, no se van a desarrollar ni a corto ni a medio plazo

Mientras, pagan impuestos como suelo urbano, no pueden acceder a ayudas o pensiones y la venta queda descartada

El Ayuntamiento solicitará un IBI rústico para seis sectores, pero son los que no cuentan con plan parcial o sectorial

Exigen cambiar también los valores catastrales de suelos urbanizables no ejecutados Los afectados han protestado en varias ocasiones en el pleno. GIT

Un IBI “injusto” no es la única consecuencia negativa que tienen que afrontar los propietarios de terrenos que, según el último Plan General de Ordenación Urbana, ha sido recalificados como suelo urbanizable pero no cuentan con plan parcial o sectorial para ser desarrollados. La recalificación afecta directamente a un concepto de patrimonio, de ahí que esos propietarios tengan muchísimas dificultades para acceder a pensiones, becas o ayudas, y la solución no pasa en estos momentos por deshacerse de un suelo que nadie quiere, y mucho menos al precio que exigiría su valor catastral.

Una situación que afecta del mismo modo a los propietarios de suelos recalificados con planeamiento urbanísticos, pero que no se van a desarrollar ni a corto ni a medio plazo, y estos últimos han sido los protagonistas del último pleno municipal. Tal y como se había acordado en la sesión de febrero, se llevaba una proposición conjunta para exigir a la Dirección General del Catastro que modifique el valor de los suelos recalificados como urbanizables pero que no cuentan con planeamiento urbanístico, de cara a que puedan pagar un IBI como rústico, que es lo que son, y no como urbano.

Los propietarios piden adecuar los valores catastrales al patrimonio real

En concreto, la solicitud afecta a más de 500 parcelas ubicadas en Villafría, La Ventilla, Carretera de Valladolid, San Isidro, Ribera del Arlanzón y Fredesval, y cuyas calificaciones se han visto afectadas por los dos últimos PGOU. Sin embargo, y en caso de que Catastro acepte la petición, este movimiento no solucionará el problema de todos los propietarios de suelos recalificados y que, a pesar de ser urbanos, funcionan como rústicos. Así lo destacaba Eva María Trascasa, portavoz del colectivo afectado, durante su participación en el turno de Ruegos y Preguntas.

Con planeamiento pero sin desarrollar

Trascasa valoraba la iniciativa municipal, pero recordaba que debería hacerse extensiva a otros terrenos que, aún contando con plan parcial o sectorial, se ve claramente que no se desarrollarán ni a corto, ni a medio plazo. Los planes no se están ejecutando, por lo que el suelo sigue funcionando como rústico, pero pagando como urbano. Y “no es solo el IBI”, recordaba Trascasa, porque la recalificación repercute en el patrimonio. “Estamos atados por todos lados”, insistía. No pueden vender los terrenos, dado que nadie los quiere y, en caso de conseguirlo, el precio final sería inferior al valor catastral y les obligaría a pagar las plusvalías.

Pero, eso sí, soportan una carga impositiva abusiva y, dado que se supone que tienen un patrimonio importante, no pueden acceder ni a ayudas, becas o pensiones. Por ese motivo, Trascasa solicitaba el apoyo del Ayuntamiento de Burgos para exigir al Catastro que rectifique los valores también en estos casos, de tal modo que se adaptarse al patrimonio real de los propietarios, y no al que, sobre el papel, disfrutan, dado que la realidad está muy lejos de lo que se recoge en los planes generales de ordenación urbana. Aquí, y en otras partes del país.