30-29. Una victoria muy sufrida para el Villa de Aranda

El Blas-Gon Villa de Aranda domina al Cangas de principio a fin, pero se desploma en los últimos minutos y a punto está de ceder un empate

El conjunto ribereño sufrió mucho por las exclusiones y el concurso de Muratovic

Nikola Lazic firmó su mejor partido con la camiseta del Villa de Aranda

El Blas-Gon Villa de Aranda sumó hoy una importante victoria que le permite poner tierra de por medio con los puestos de descenso. El partido estuvo dominado de principio a fin por el conjunto ribereño, pero pudo acabar en disgusto debido a la postrera reacción del Frigoríficos Morrazo BM Cangas. A pesar de ir a remolque durante todo el choque, el conjunto gallego aprovechó una doble inferioridad del Villa de Aranda para reducir la diferencia hasta la mínima expresión a falta de 30 segundos y meter el miedo en el cuerpo a la parroquia local. Sin embargo, el equipo ribereño aguantó la última jugada y certificó otra victoria de mérito frente a un rival de la zona noble.

Ficha Técnica

30 – Blas-Gon Villa de Aranda (15+15): Xavi Díaz, Cabanas (4, 2p), Redondo (-), Diego Camino (-), Beltza (-), Megías (-), Oswaldo (7) -siete inicial-; Santana (ps), Javi Muñoz (4, 3p), ‘Bicho’ (-), Moreira (3), Perrella (1), Pazin (-), Lazic (11).

29 -Frigoríficos Morrazo BM Cangas (13+16): Salazar, Moisés (3, 1p), Pousada (-), Amarelle (2), Jesús Soliño (9, 5p), Eijo (-), Rosales (2) -siete inicial-; Dopazo (ps), Gallego (-), David Soliño (-), Cassares (-), Cerqueida (4), Trigo (-), Muratovic (6), Barreiro (3), Daniel Gómez (-).

Parciales: 1-1, 4-3, 6-5, 9-7, 12-11, 15-13 (descanso); 18-13, 21-16, 24-19, 27-20, 28-23, 30-29 (final del partido).

Árbitros: Fernández Fernández y Martín Franco (Colegio Asturiano). Excluyeron dos minutos a Redondo, Megías, Perrella, Moreira, Roberto Sánchez, Beltza y Lazic por el Villa de Aranda y a Eijo por el BM Cangas.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón Príncipe de Asturias ante unos 1.400 espectadores.

Buen primer tiempo del conjunto ribereño, que dominó el marcador desde el primer minuto. Oswaldo Maestro y, sobre todo, Nikola Lazic, asumieron los galones en la faceta ofensiva. El lateral serbio firmó, de largo, su mejor partido con la camiseta amarilla, superando una y otra vez a la defensa gallega a base de latigazos desde la línea exterior. Su efectividad, sumada a la movilidad de Cabanas y el acierto de Xavi Díaz bajo palos, permitieron al conjunto ribereño comandar el marcador durante todo el primer tiempo.

Sin embargo, tres exclusiones consecutivas y la salida de Alan Muratovic mantuvieron a Cangas en el partido. El veterano jugador serbio no es lo que era, pero sigue siendo capaz de desequilibrar un encuentro con su sola presencia en el sintético y el equipo gallego lo sabe. Con tres goles en apenas unos minutos, Muratovic permitió a los suyos mantener una diferencia manejable en el marcador y salvó el primer ‘match ball’ de la tarde. De hecho, el conjunto de García ‘Pillo’, que fue de menos a más, pudo poner el empate al filo del descanso, pero un postrero gol de Oswaldo permitió al Villa de Aranda marcharse a vestuarios con dos de ventaja (15-13).

Todo cambió tras el descanso. Un demoledor parcial de 3-0 nada más regresar a la pista del Príncipe de Asturias hizo que el conjunto amarillo pusiese la primera gran diferencia en el marcador (18-13). Una diferencia que, a pesar los ajustes de García ‘Pillo’, que acabó apostando por una doble mixta sobre Diego Camino y Oswaldo, no hizo sino incrementarse hasta alcanzar los seis goles en el minuto 10 (21-15). Entonces llegó la primera reacción visitante. Una vez más, la salida de Muratovic permitió a los gallegos reducir diferencias hasta los cuatro tantos, momento en el que Jacobo Cuétara llamó a capítulo a los suyos. Había que sentenciar el partido cuanto antes. Los ajustes del técnico asturiano funcionaron y otro gran parcial hizo que los ribereños afrontaran los últimos diez minutos con la mayor ventaja en el marcador (28-20).

Sin embargo, la reacción final de Cangas, que echó el resto a base orgullo, mezclada con los nervios y varias exclusiones en momentos clave, cambiaron radicalmente el escenario en el último parcial. Hasta tal punto, que el conjunto gallego redujo la diferencia hasta un escueto gol a falta de treinta segundos, aunque finalmente se quedó con la miel en los labios y el Villa de Aranda sumó dos importantísimos puntos.