Pasado celtíbero, romano y medieval
La comarca oeste de la provincia de Burgos atesora restos de casi todas las culturas
La iglesia de Santa María atesora un tímpano similar al del Sarmental de la Catedral
El castillo de Olmillos es uno de los mejor conservados en España
El paso del tiempo y la despoblación han dejado muy deprimida a una comarca de la provincia, la más al oeste de su geografía, casi como un desierto. Sólo algunas cabeceras de comarca, como Villadiego, Sotresgudo, Melgar, Castrojeriz o Sasamón son capaces de mantener viva la comarca porque son las más pobladas. Pero sin llamarnos a engaños, el tiempo y la inacción política de las grandes administraciones públicas hacen que todas ellas tiendan a morir.
Lejos queda el legado patrimonial y el pasado histórico de alguna de estas villas, como Sasamón. Fue la celtibérica Segisama y más tarde la ciudad romana de Segisama Julia. Como uno de los datos históricos más destacados, subrayado por los estudiosos del tema, César Augusto dirigió las guerras contra los cántabros y astures entre los años 26-19 antes de Cristo. Y ese pasado romano se respira en alguno de los monumentos que, aunque ruinosos o sólo restos, ahí quedan. Es el caso del viejo acueducto o algún puente.
Siglos más tarde, Sasamón fue sede episcopal, antes de que el dominio de la Iglesia fuera entregado a Burgos. Así, es ejemplo del esplendor de la villa la magnífica iglesia, una de las más grandes de la provincia con un grandioso claustro y museo parroquial en el que se puede contemplar qué fue la comarca en otros siglos.
Fue villa fortificada y prueba de ello es su muralla medieval con una puerta monumental o el Arco de San Miguel. De su etapa romana, tres puentes de con reformas medievales, y varios tramos de calzadas romanas. Destacan de manera especial de época medieval la ermita del Humilladero o San Isidro, que custodia el mejor crucero de Europa y la ya citada iglesia de Santa María la Real.
Iglesia
Es un gran templo medieval similar por sus proporciones a una catedral. Presenta elementos arquitectónicos y escultóricos de un amplio arco de tiempo, entre los siglos XII y XVII. Tuvo su origen en un templo tardo románico, hacia el año 1200. De esa fábrica quedan elementos en su claustro y dos portadas, la occidental con arquivoltas apuntadas y capiteles con arpías y otra tapiada.
Con el auge del gótico y con la proyección de la que gozaron los artistas que trabajaban en la Catedral de Burgos, llegó este arte a toda la provincia. Prueba de ello es el magnífico tímpano de la entrada principal que es una réplica del de la puerta de Sarmental de Burgos. El pantocrátor refleja la figura de Jesús con el tetramorfos, en el que se representan con figuras alegóricas a los cuatro evangelistas rodeando la figura del Salvador. Bajo el tímpano se dibuja un friso con los apóstoles y las arquivoltas y jambas llenado el espacio con los ancianos de la Apocalipsis. Más arriba, en el parteluz luce la talla de la Virgen.
La puerta del sur es de estilo Isabelino, con un arco conopial con el escudo de los Reyes Católicos, obra del taller de Simón de Colonia. La iglesia conserva dos pilas bautismales. Una románica y otra renacentista. El claustro data del siglo XV, obra de Juan de Colonia.
Ermita del Humilladero o de San Isidro
A la salida del pueblo se encuentra esta ermita, sencilla por fuera pero espectacular en su interior. Conserva un extraordinario crucero, obra del taller de los Colonia. Es una cruz triunfal de piedra calada. Con 6,20 metros de altura, la pieza está esculpida en piedra caliza y muestra un árbol que sostiene una cruz
Muralla y museo de Salaguti
La villa conserva parte del lienzo de la muralla almenada. Data del siglo XV y una de sus puertas es un arco apuntado ojival del gótico. Del resto del patrimonio local hay que destacar la casa museo del escultor y pintor Carlos Salazar, Salaguti, y el museo de arte contemporáneo de Ángel de Arce López.
Olmillos de Sasamón
Olmillos de Sasamón está al sur de Sasamón. Destaca por su imponente castillo. Es un palacio del siglo XV cuyo original propietario fue Pedro de Cartagena, de la familia de judíos conversos Leví. Destacan sus torreones cilíndricos con remates amatacanados. Hoy es un hotel y restaurante de lujo.