La Junta recibió 439 denuncias sobre Consumo en Burgos durante el 2014
El Servicio de Inspección y Control realizó 1.670 inspecciones y tomó 150 muestras en servicios, industria y alimentación
Se realizaron 439 denuncias, vinculadas a industria y servicios, y se incoaron 51 expedientes sancionadores
El sindicato CSI-F denuncia falta de plantilla, con sólo 35 inspectores para toda la región, y escasa profesionalización
La memoria del Servicio de Inspección y Control de Consumo de la Junta de Castilla y León, conocida a raíz de la aprobación de la nueva Ley del Estatuto del Consumidor, deja algunos datos interesantes sobre la actividad desarrollada a lo largo de 2014. En la comunidad, los inspectores interpusieron 388 multas por adulteración y fraude de calidad en los productos fabricados y/o en venta, fraude de peso, transacciones comerciales irregulares o condiciones de venta que no cumplen con la normativa, lo que supuso sanciones por valor de 498.957 euros.
Consumo realizó 13.894 inspecciones en servicios, productos de alimentación o industriales, de las que 1.670 corresponden a la provincia de Burgos, siendo Valladolid, con 3.711, y Zamora, con 3.121, las que mayor número de acciones registran. El sector que más inspecciones contabilizó en Burgos fue el de productos industriales, con 1.121, seguido de alimentación (419) y Servicios (130). Además, se tomaron 150 muestras, de las 1.055 realizadas en toda Castilal y león, por lo que Burgos fue la tercera provincia con mayor número de muestras, tras Valladolid, con 209, y León, con 169.
Denuncias y expedientes
Por lo que se refiere a denuncias recibidas en el Servicio, desde Burgos se realizaron 439, de las que 216 correspondieron a productos industriales, 198 a servicios y 25 a productos de alimentación. Se resolvieron 438 denuncias y se incoaron 51 expedientes sancionadores, la mayoría vinculados a productos no alimentarios. Finalmente, la memoria registra un total de 81 alertas, generadas en toda Castilla y León, sobre asuntos relativos a luminarias, material eléctrico, productos químicos, juguetes, vehículos y artículos de ocio.
El Servicio de Inspección y Control de Consumo trabaja con 35 inspectores, una cifra “insuficiente” a juicio del sindicato CSI-F, de aquí que exijan un incremento de la plantilla, cumpliendo con las cifras de la RPT (relación de puestos de trabajo), y según la cual en Burgos faltarían tres inspectores. Además, el sindicato demanda una mayor profesionalización en las jefaturas provinciales de Consumo, puesto que en estos momentos no se exige ninguna formación o experiencia concretas para un servicio en el que están en juego la seguridad y la salud de los ciudadanos.