Villarcayo vuelve a la normalidad, mientras Frías y Trespaderne pasan el susto
El Nela se ha retirado ya de las calles de Villarcayo y los estudiantes han vuelto a las clases en el instituto y el colegio
En Frías y Trespaderne estuvieron ayer muy pendientes de los ríos, pero no llegaron a desbordarse
Numerosas carreteras de la zona norte presentan problemas por balsas de agua, desprendimientos y socavones
La situación está volviendo a la normalidad en Villarcayo. Según informa su alcaldesa, Mercedes Alzola, el Nela se ha retirado ya de las calles y carreteras, aunque las balsas de agua siguen siendo las protagonistas en numerosas zonas del municipio. Los accesos al instituto ‘Merindad de Castilla’, al colegio ‘Princesa de España’ y al centro de salud están despejados, por lo que estudiantes y usuarios han podido acceder sin problemas. Eso sí, en el colegio se ha tenido que sustituir el depósito de gasoil, porque la crecida de ayer se llevaba por delante el existente, y la calefacción quedaba en riesgo para las clases de hoy.
Ahora toda evaluar daños en caminos, calles, espacios municipales, locales privados y parcelas
El Nela se desbordaba a primera hora de la mañana, alcanzando su pico máximo entre las 11:00 y las 12:00, con 3,59 metros de altura y 159,8 metros cúbicos por segundo. Anegaba calles, carreteras, locales, garajes, viviendas y los propios centros educativos, lo que provocó que el instituto no abriese sus puertas y que los escolares del colegio tuviesen que ser evacuados a media mañana. Hasta 40 centímetros de agua, en forma de río, se acumularon en algunas calles del municipio, aunque en esta ocasión los daños han sido menores, y más controlados.
Y es que, en esta ocasión, la inundación ha evolucionado de una manera diferente. En la histórica de principios de mes, el desbordamiento afectó tanto al Nela como a las ciénagas que rodean todo el municipio, de ahí que el agua llegase a numerosos puntos de la localidad. Ayer, en cambio, sólo se desbordaba el río. Aún así, “llueve sobre mojado”, recuerda la alcaldesa, quien espera que el tiempo se estabilice para poder evaluar los daños en calles, carreteras, caminos, instalaciones municipales, propiedades privadas, parcelas y fincas agrarias.
Frías y Trespadere, libres
Superado el susto de inundaciones quedan los problemas en las carreteras
Y jornada también inquieta la que ser vivió ayer en Frías y Trespaderne. Finalmente, el Ebro y el Nela no se desbordaron en la zona, pero sí mantuvieron a vecinos y autoridades pendientes mañana, tarde y noche. Aparentemente, peligro no existía para los habitantes, que aún recuerdan lo ocurrido a principios de mes, cuando en Frías varios de ellos tuvieron que salir a nado o ser rescatados por la Guardia Civil, pero nadie estaba tranquilo. En Trespaderne, el Nela alcanzaba su máximo a las 18:00, con 4,69 metros y 493 metros cúbicos, pero lejos de los 6,46 metros de altura y 782 metros cúbicos registrados el 31 de enero.
La alerta de la Junta de Castilla y León ante el riesgo de inundaciones ha sido desactivada a las 11:00. Algunas carreteras de la provincia todavía presentan algunos problemas, derivados de la presencia de balsas de agua, desprendimientos de tierra o socavones. Es el caso de la CL-629 en Villarcayo, la CL-127 en Puebla de Arganzón, la BU-526 en Quintanilla del Rebollar y la BU-562 en Torne, por agua; y en la N-629 en Oña, la CL-629 en Bercedo, la CL-633 en Poza de la Sal, la BU-504 en Burgos de Burega, la BU-520 en Quintana Martín Galíndez y la BU-530 en Trespaderne, por desprendimientos y socavones.