La patata francesa se come a la burgalesa
El 80 por ciento de la patata que se vende en Burgos es de origen francés y a pesar de ser más caras y de menor calidad se prefieren por su mejor presencia
La patata autóctona no se lava, por lo que se conserva mucho mejor que la francesa que es lavada y refrigerada
“La batalla con la patata lavada está perdida”, así de contundente se ha mostrado el presidente de la Asociación para la Promoción y Defensa de la Patata de la Provincia de Burgos, José Ramón Colina. Los productores burgaleses llevan años tratando de demostrar las mejores cualidades organolépticas y de conservación que la patata francesa. Sin embargo, actualmente el 80 por ciento de la patata que se pone a la venta es de origen francés. Los motivos son claros, el cliente prefiere comprar una patata “bonita” que ha sido lavada previamente y conservada a bajas temperaturas (2-3ºC) para que no se deshidrate y mantenga la piel tersa.
La patata de Burgos no es tan vistosa, pero cuenta con un periodo mayor de conservación porque se recoge en septiembre y no se expone a la luz. Además, son un 30 por ciento más baratas que sus homónimas francesas, pero esta razón tampoco es suficiente para decantarse por las locales. El cliente demuestra que compra por la vista y en ese campo, la patata francesa gana.
Desde la asociación siguen luchando por una denominación de origen que reconozca la calidad del tubérculo burgalés y permita destacarlo sobre el resto. Hasta que eso llegue, desde la asociación han comenzado a comercializar la patada de Burgos en bolsas de papel de cuatro kilos, para los pequeños consumidores, y de 15 kilos para los establecimientos hosteleros. El pasado año lo cerraron con 150.000 kilos de patatas envasadas, cifra que esperan superar en el presente ejercicio.
La patata dulce
Otro de los apartados que diferencian a una patata autóctona de una francesa es el sabor. En varias ocasiones, los consumidores encuentran la patata dulce y oscura al cocinarla. Esto se debe a que las bajas temperaturas a las que se somete a la patata francesa hacen que el almidón se convierte en azúcar y hace que sepa dulce y se ennegrezca al freírla.
Los hosteleros las prefieren feas
José Luis López, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Burgos, ha hecho un símil de la patata local y la manzana de Caderechas, una fruta con un aspecto feo pero tiene un sabor que las hace únicas. López pide al consumidor que se mentalice de que el producto se va a pelar y se va a quedar con el sabor. Los hosteleros han avanzado de que realizarán en las próximas fechas una campaña en defensa de la patata autóctona.