El Ayuntamiento sigue buscando alternativas para el Graciliano Urbaneja

Javier Lacalle insiste en la necesidad de liberar espacio para nuevas incorporaciones y facilitar el traslado de las asociaciones más numerosas

Se barajan las instalaciones del antiguo Hospital Militar para su conversión en centro social, con la entrada de Párkinson Burgos

Marisol Carrillo asegura que hoy dos asociaciones en lista de espera, ambas nuevas creaciones que se presentarán en breve

El Ayuntamiento sigue buscando alternativas para el Graciliano Urbaneja Centro Socio-Sanitario 'Graciliano Urbaneja'. PCR

Las instalaciones del Centro Socio-Sanitario Graciliano Urbaneja hace tiempo que se quedaron pequeñas. Una docena de asociaciones, tanto de las denominadas de enfermedades raras como de las “normalizadas”, tienen allí una sede que es mucho más que una oficina. Cuentan con espacios para talleres, actividades grupales o reuniones, salas de atención psicológica o fisioterapia, pero es insuficiente para todo el trabajo que desarrollan en el día a día, tanto de atención a los afectados como a sus familiares, de ahí que el Ayuntamiento de Burgos esté buscando nuevos emplazamientos.

El alcalde, Javier Lacalle, ha recordado que siguen trabajando con otras administraciones para “aliviar” los problemas a los que se enfrentan asociaciones como Párkinson, Arnold Chiari, Corea de Huntington, Fibromialgia o Daño Cerebral Adquirido. En un primer momento se consiguió que el Centro de Referencia Estatal de Enfermedades Raras (CREER) permitiese el uso de parte de sus instalaciones destinadas a fisioterapia y rehabilitación a estos colectivos. Y ahora se apuesta por conseguir que la Junta de Castilla y León ceda parte del antiguo Hospital Militar para un uso social.

El Militar, y otros

Párkinson Burgos es una de las asociaciones que más está luchando para conseguir un traslado a estas dependencias, pero desde el Gobierno Regional no se avanza. Así lo aseguraba hace algunos días la presidenta, María Jesús Delgado, mientras que hoy el alcalde no ha querido opinar sobre cómo se desarrollan las negociaciones. Lo cierto es que el delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo, hablaba hace algunos meses de problemas de tipo logístico, como el hecho de que el sistema de calefacción no esté sectorizado, lo que impediría una cesión parcial de los barracones.

De todos modos, Javier Lacalle está convencido de que se conseguirá llegar a algún acuerdo, puesto que es necesario que las asociaciones que se ven “limitadas” en el Graciliano Urbaneja encuentren un espacio más adecuado a sus necesidades y, al mismo tiempo, se liberen salas para las que están en lista de espera. Según ha explicado la concejal de Salud, Marisol Carrillo, en estos momentos son dos las asociaciones que han solicitado entrar en el Graciliano Urbaneja. Se trata de dos nuevos colectivos, que están en constitución, y que se presentarán en breve.