La permuta de la ermita vuelve a generar conflicto en Sarracín

El Ayuntamiento aprueba intercambiar con el Arzobispado la titularidad de la ermita a cambio del cementerio tras varios años intentándolo

El PSOE se opone siempre que la operación no esté fundamentada en un cálculo real del valor de ambas propiedades

La permuta de la ermita del Cristo de los Buenos Temporales por el cementerio de Sarracín vuelve a generar polémica. Varios años después del primer intento por intercambiar ambos bienes entre el Ayuntamiento de la localidad, propietario de la ermita, y el Arzobispado de Burgos, titular del cementerio, el Consistorio ha vuelto a poner la operación sobre la mesa. La última sesión plenaria aprobaba inicialmente una operación mediante la que ambas instituciones se intercambiarían la titularidad de los bienes, pero el PSOE ya ha mostrado su rechazo frontal, al menos en los términos planteados inicialmente.

La permuta entre ambos bienes ya intentó materializarse años atrás

Y es que, tal y como destacan los ediles socialistas de Sarracín, el expediente sobre el que se sustentó la aprobación plenaria se basa únicamente en el escrito elaborado a tal efecto por el párroco del pueblo. Esto es, que no hay de por medio ningún informe que avale la operación. Además, recuerdan, se trata de un tema antiguo en el que “el anterior Ayuntamiento ya intentó incorporar la permuta de la casa del cura al acuerdo”.

De esta forma, los concejales del PSOE mantienen su rechazo a la permuta siempre que se ésta se realice sin una valoración económica de los bienes objeto de la misma que garantice que no se produce ningún perjuicio económico para los intereses del Ayuntamiento de Sarracín. En la misma línea, el Grupo Provincial Socialista anuncia su voto en contra si se somete a la aprobación en la Diputación Provincial, un trámite obligatorio.

Situación anómala

Sea como fuere, tanto el Ayuntamiento como el Arzobispado parecen dispuestos a ratificar un acuerdo que se lleva buscando ya varios años. A finales de los 90, la titularidad de la ermita pasó a manos municipales tras la cesión de unos terrenos en el marco de una operación urbanística. El problema es que la ermita tiene culto, y como tal siempre se ha entendido que debería ser la Iglesia la que asuma su titularidad. Por el contrario, el Arzobispado es el propietario de los terrenos del cementerio, una situación muy poco usual en las localidades de Burgos.