Un muro de contención en el Trueba, solución provisional en Villalázara
El viernes comenzó la recuperación de los bloques de hormigón del vial, que se apilarán como un muro en la ribera del Trueba
Confederación Hidrográfica del Ebro construirá una escollera, pero la intervención tendrá que esperar hasta el verano
Los vecinos siguen con miedo, puesto que el “hueco” tiene 2,5 metros de altura y se encuentra a 4 metros de las viviendas
El Ayuntamiento de Merindad de Montija ya ha comenzado los trabajos para construir un muro de contención provisional en la ribera del río Trueba frente a la urbanización de Villalázara, después de las inundaciones de principios de mes se llevasen por delante el vial de acceso a las viviendas. Una máquina comenzaba el viernes a retirar los bloques de hormigón, de 2,5 toneladas de cada uno, que formaban la anterior estructura y habían pasado al cauce del río. Con ellos, y con algo de material de relleno de cantera, se levantará un muro que frene el avance del agua en la zona en caso de nuevas crecidas.
El proyecto, según ha explicado la alcaldesa pedánea, Pilar Gómez, del Partido Castellano, tendrá un coste aproximado de 25.000 euros, y será financiado íntegramente con la partida de ayudas reservada por la Diputación Provincial para paliar los efectos de las inundaciones en la provincia. El pasado miércoles, Ángel Bastida, jefe del Servicio Técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro, visitó la zona, explicando al Ayuntamiento que podían iniciar de manera inmediata las obras, dado que se trata de una intervención de urgencia que la propia Ley de Aguas exime de autorización previa por parte de la CHE.
CHE insiste en que no hay peligro para las viviendas, pero los vecinos siguen asustados
Así las cosas, la máquina comenzó a trabajar el pasado viernes y continuará a lo largo de la próxima semana. La actuación simplemente supondrá el levantamiento de ese muro de contención, puesto que no está prevista la reconstrucción del vial de acceso a la urbanización, según Gómez. Es una obra provisional, puesto que deberá ser la Confederación la que ofrezca la solución definitiva, construyendo una escollera y, entonces, también se intervendrá en el vial de acceso, que se verá modificado con las obras. Obras que, por ciento, tendrán que esperar hasta el verano para que el cauce baje y se estabilice.
Inseguridad
El técnico de la Confederación asegura que no hay peligro alguno para los vecinos de la urbanización, pero “nadie nos lo ha puesto por escrito”, insiste Gómez. Por ese motivo, aquellos que viven de manera casi permanente en alguna de las viviendas más próximas a la ribera, han abandonado sus casas. Se han trasladado con vecinos o a sus domicilios en el País Vasco (ya que es una urbanización destinada fundamentalmente a segunda vivienda), porque “están asustados”. Y es que el “hueco” que ha dejado la caída del vial tiene 2,5 metros de profundidad y está a escasos cuatro metros de la primera línea de viviendas.
Además, la urbanización está sin limpiar, con restos de nieve y hielo, además de barro, lo que hace mucho más difícil el tránsito por la zona, explica Pilar Gómez. La alcaldesa pedánea vuelve a criticar la falta de atención del Ayuntamiento de Merindad de Montija, al mismo tiempo que asegura que pedirá explicaciones sobre el proyecto seleccionado. Y es que los presupuestos solicitados por Gómez no subían de los 20.000 euros, con IVA incluido, y el Consistorio ha contratado, de las tres ofertas existentes, la de 25.000 euros, sin justificación para ese incremento, asegura.