El Ayuntamiento solicitará un IBI rústico para 6 sectores recalificados sin desarrollar

Se ubican en  Villafría, La Ventilla, Carretera de Valladolid, Fredesval, San Isidro y Ribera del Arlanzón, y afectan a 283 hectáreas

La documentación se enviará al Catastro para que modifique sus valores fiscales y los IBI se puedan pagar como suelo rústico

Hasta que no se reciba el Padrón no se sabrá si los propietarios tendrán que pagar ya las recalificaciones

El Ayuntamiento solicitará un IBI rústico para 6 sectores recalificados sin desarrollar Propietarios afectados se han acercado al pleno. GIT

Villafría, La Ventilla, Carretera de Valladolid, San Isidro, Ribera del Arlanzón y Fredesval son los seis sectores recalificados como urbanizables en las dos últimas revisiones del Plan General de Ordenación Urbana pero que aún están sin desarrollar, y para los que tampoco se espera una concreción de proyectos a corto o medio plazo. Por ello, y cumpliendo con el compromiso adquirido en el Pleno Ordinario del viernes, el Ayuntamiento solicitará al Catastro que modifique los valores de las más de 500 parcelas afectadas, para que sus propietarios puedan pagar los impuestos como si se tratase de suelo rústico, no urbanizable.

Los técnicos de Fomento llevan trabajando toda la semana para definir cuáles eran los sectores, del total de 32 que se registran en el PGOU, que habían pasado de suelo rústico a suelo urbanizable, pero que no estaban desarrollados por ningún plan parcial o especial. El objetivo es preparar toda la documentación para enviar a la Dirección General del Catastro, de cara a la modificación de la Ley General del Catastro que servirá para incluir la sentencia del Tribunal Supremo, por la cual se prima que el IBI a pagar por un terreno esté vinculado al uso del mismo y no a la calificación catastral.

Nuevos valores fiscales

Ibáñez asegura que el Ayuntamiento sólo puede solicitar un cambio en la valoración fiscal, la decisión depende del Catastro

Y es que, tal y como ha recordado el concejal de Fomento, Ángel Ibáñez, mientras que por hectárea de suelo rústico se pagan entre 5 y 6 euros de IBI, por suelo urbano la cantidad asciende a 500 euros. Una diferencia sustancial que no tiene razón de ser cuando la recalificación de los terrenos se establece unilaterlamente por un Plan General y, dada la situación por la que atraviesa el sector de la construcción, es muy poco probable que los desarrollos urbanísticos previstos se ejecuten. Es decir, que los propietarios estarían pagando hasta un 9,4 por ciento más por un terreno que sigue funcionando como si fuera rústico.

En el Pleno de marzo se llevará una proposición conjunta de todos los grupos, con la documentación recogida por los técnicos de Fomento, en la que se pedirá al Catastro que realice una nueva valoración de esos seis sectores, para que modifique su valor fiscal adecuándose a su situación real de suelo rústico. Catastralmente seguirían considerándose suelo urbanizable, pero a efecto de impuestos sería rústico. La decisión está en manos del Catastro, insiste Ibáñez, puesto que lo único que puede hacer el Ayuntamiento es listar las parcelas afectadas y pedir ese cambio de valoración.

Por lo que se refiere al pago del IBI correspondiente a este año, en el Consistorio están a la espera del envío del Padrón que realiza el Catastro sobre el mes de mayo. No saben si ahí se incluirán las recalificaciones aprobadas por el PGOU, que entró en vigor en 2014. Si no es así, no habrá ningún problema. De lo contrario, los propietarios tendrán que empezar a pagar los nuevos IBI. De todos modos, Ángel Ibáñez espera que la nueva Ley General del Catastro incluya alguna cláusula para garantizar compensaciones futuras o devolución de IBI pagado de manera incorrecta, de conformidad con la sentencia.