De la villa bien trazada a la ciudad multicultural
En la urbe conviven más de 60 nacionalidades diferentes en armonía
En Briviesca se instituyó el título de Príncipe de Asturias como heredero a la Corona de Castilla, en 1387
La identidad de la ciudad queda plasmada en su himno que sus vecinos cantan con devoción en las fiestas de la Virgen
“Estruendos, gritos y acordes: / la ronda pasa, pasa cantando / de casa en casa. / Briviesca tiembla de gozo, / la copla estalla, / lleva los ecos de la rondalla…”. Así comienza el himno de esta esta ciudad que se convierte en júbilo y explota en alegría al oírlo, cantarlo y casi bailarlo en las fiestas de Nuestra Señora y San Roque cada año. Es Briviesca una ciudad centenaria, pero como pueblo tiene mucha más historia por detrás. La Reina Regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, concedió a Briviesca el título de ciudad en 1894. La Corona tuvo a bien concederlo por el fuerte incremento de su población y su pujanza administrativa y, sobre todo, económica como centro agrícola.
La Bureba es una tierra rica, próspera. Su producción cerealística es una de las más importantes de España y de Europa. Su suelo es fértil y su cosecha, además de muy amplia, es de gran calidad. Eso convirtió durante muchos años a Briviesca en una ciudad próspera. Posteriormente, con la mecanización del campo, la ciudad tuvo en su polígono industrial un foco de producción a gran escala de bienes de equipo en varios campos de la industria.
Los orígenes de Briviesca y de la Bureba hay que encontrarlos en los comienzos de la era cristiana. El primero de los documentos al que hay que referirse es la Historia Natural del geógrafo romano Plinio el Viejo, quien en torno al año 77 después de Cristo en donde ya habla de los Autrigones, asentados en el valle superior del Ebro, citando como capital a ‘Virovesca’.
Estructura urbana
En época posterior se empieza a distinguir a la incipiente urbe por su estructura urbana ortogonal que tiene su origen en el siglo XIV. Y no fue fruto de la casualidad sino de una pensada trama urbana y un trazado regular. A ello contribuyó la importancia histórica como nudo de comunicaciones, cruce de caminos desde la época romana. De hecho, cruzaban la Bureba dos importantes calzadas romanas de las que quedan aún muchos vestigios en toda la comarca.
Los fueros y Príncipe de Asturias
El primigenio asentamiento de población contó con su fuero por primera vez en 1123, otorgado por Alfonso VII; ya en 1313, la reina Blanca de Portugal le extendió nuevos privielegios.
Tanto fue así que en 1387, se celebraron Cortes en Briviesca. Las primeras después de las que se convocaron en León, por el rey Alfonso IX en el año 1188. El interés de Juan I de Castilla era ganar adeptos a su causa y extender su reino.Y Briviesca fue una de las elegidas. Juan I de Castilla demostrará su espíritu abierto al convocarlas en varios lugares de su reino, siendo Briviesca también elegida.
Pero quizá el acontecimiento más importante fue un acuerdo que aún sigue vigente, siete siglos después. En Briviesca se acordó otorgar el título de Príncipe de Asturias al heredero a la Corona de Castilla, título que ostentarán después los herederos a la Corona de España.
Plaza Mayor y Santa María
La plaza Mayor de Briviesca es el punto neurálgico de la ciudad. Su templete o kiosko de la música es un símbolo que identifica a Briviesca. Se levantó en 1909 y fue restaurado en 1983. En el entorno de la plaza, porticada en dos de sus alas, se encuentran la iglesia de San Martín y el edificio histórico del Ayuntamiento, el palacio de los Soto Guzmán.
En el extremo opuesto de Santa María Bajera y Santa María Encimera esta la colegiata de Santa
María, hoy en proceso de restauración. Junto a ella la casa señorial de los Salamanca, también en recuperación arquitectónica. Se trata de un edificio que fue ordenado construir por don Juan de Salamanca y su mujer doña Francisca de Salinas. Fue hospedaje de la Reina María Luisa de Saboya, primera esposa de Felipe V.
Santa Clara
Se compone de Iglesia, Monasterio, Casa solariega y Hospital. Fue construido por mandato testamentario de Doña Mencía de Velasco, hija de los Condestables de Castilla en el siglo XVI, para ser enterrada en él.
El conjunto arquitectónico de Santa Clara fue encargado a Juan Gil de Ontañón en el siglo XVI por mandato testamentario de doña Mencía de Velasco. La iglesia es el edificio más interesante de todo el conjunto, tanto por su construcción original, como por el retablo que alberga en su interior. Fue Diego Guillén quien lo inició en 1551 y continuado por el taller del escultor López de Gámiz, Destaca su retablo en madera de nogal. Por su parte, el convento tiene dos claustros, uno de ellos de estilo gótico. Junto a él está el hospital de Nuestra señora del Rosario, conocido como Hospitalillo. Se trata de un edificio que cuenta con un patio herreriano de dos plantas.
La ciudad actual
Briviesca se caracteriza en la actualidad por ser una ciudad multicultural, acogedora y crisol de decenas de razas y colores. Es una de las más populosas de España por la coincidencia de hasta 60 nacionalidades distintas en una población que ronda los 8.000 habites. Esto le confiere un matiz diferenciador a las calles en las que es posible convivir con personas árabes, centro europeas o latinas u orientales con total normalidad.