Vecinos de Villalázara siguen evacuados a la espera del técnico de Confederación
La alcaldesa pedánea decretó el domingo el desalojo de las viviendas unifamiliares ubicadas junto al Trueba
Las inundaciones se habían llevado parte del vial de acceso y la nueva crecida amenaza con llevarse el resto
Pilar Gómez critica la falta de interés de Merindad de Montija, Diputación, Junta o Confederación
Quince días después de que la crecida del Trueba se llevase por delante parte del vial de acceso a la urbanización de viviendas unifamiliares de Villalázara, un técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro girará mañana visita para analizar la situación y plantear posibles soluciones. Al menos esa es la esperanza de la alcaldesa pedánea, Pilar Gómez, del Partido Castellano-Tierra Comunera, quien critica la falta de interés mostrado tanto por el Ayuntamiento de Merindad de Montija, como por el resto de las administraciones, ya sea Diputación, Junta o la propia Confederación.
La situación que viven los vecinos afectados es tan extrema que, desde el pasado 15 de febrero, están evacuados de sus viviendas. El desbordamiento del río se llevó parte del vial, pero la nueva crecida experimentada este fin de semana amenaza con llevarse lo que queda, poniendo en riesgo al menos a la primera línea de edificaciones. De ahí que Gómez tomase la decisión de evacuar a los vecinos, con el único apoyo de la Guardia Civil, recuerda. Nadie del Equipo de Gobierno se pasó por el lugar hasta por la tarde, cuando ya se había emitido el bando de aviso.
Las crecidas del 1 de febrero se llevaron parte del vial de acceso, poniendo en riesgo a los vecinos
Todos los vecinos de la primera línea de viviendas siguieron los consejos de la alcaldesa pedánea y, salvo una familia de las que viven más alejadas de la ribera, el resto aceptó el alojamiento alternativo. Y ahí sigue, porque Gómez no se atreve a decirles que pueden volver mientras el río siga crecido, a pesar de que el delegado territorial de la Junta, Baudilio Fernández Mardomingo, les asegure que no corren riesgo. Gómez esperará a ver qué es lo que les dice mañana el técnico de la Confederación y, sobre todo, confía en que venga con algún permiso bajo el brazo.
Intervención sin proyectar
Y es que la situación requiere de una solución definitiva. El Ayuntamiento, insiste Gómez, no ha hecho nada para resolver el problema, planteando únicamente a los vecinos la posibilidad de que paguen ellos la intervención, contando con un 20 por ciento de subvención municipal y, si llega el caso, se les devolvería el dinero con alguna de las ayudas institucionales ofrecidas. Sin embargo, aún no se sabe ni qué intervención se requiere, ni cuál se podrá llevar a cabo ni cuánto costaría, así que esta propuesta municipal no era más que “un brindis al sol”, asegura Gómez.
El proyecto podría costar entre 4.000 euros, la intervención mínima de colocar un muro de contención, hasta 120.000 euros, si la actuación es de mayor envergadura. Y no es lógico que lo paguen los vecinos afectados. Además, la alcaldesa pedánea recuerda las múltiples denuncias realizadas por la falta de limpieza y conservación del cauce del Trueba, que igual que ha generado este problema frente a la urbanización podría causar otros muchos tras los diferentes episodios de crecidas registrados, y lo que aún puede estar por venir.