UPyD acepta los distritos pero “sin coste adicional” ni convertirlos en “chiringuitos”
La formación magenta considera innecesarios los distritos, aunque la Ley de Grandes Ciudades los exija
Roberto Alonso apuesta por ajustar su desarrollo a las necesidades de Burgos, con un “miniayuntamiento” en Gamonal
Teme que se aprovecha la fórmula de participación ciudadana para crear un nuevo organismo ineficaz y caro
Cuando Burgos alcanzó los 175.000 habitantes pasó a formar parte del grupo de “grandes ciudades”, y con esa consideración venían aparejadas diferentes obligaciones. Algunas se han cumplido, como la creación del Tribunal Económico-Administrativo. Otras, en cambio, siguen a la espera de su ejecución, y parece que en vísperas de las elecciones resurgen con fuerza. Es el caso de la división de la ciudad en distritos, con una propuesta del Equipo de Gobierno que pasaría por la creación de tres órganos de estas características: uno en la zona norte-este (Gamonal-Capiscol), otra en la norte-oeste y el tercero en la zona sur.
Desde Unión Progreso y Democracia consideran que una ciudad como Burgos, con alrededor de 177.000 habitantes, no necesita de distritos para acercar la actividad municipal a sus vecinos y fomentar la participación, que es el objetivo último de esta herramienta administrativa. Sin embargo, la Ley de Grandes Ciudades nos obliga, así que la apuesta de UPyD pasa por poner en marcha distritos que no supongan un coste extra para las arcar municipales y, sobre todo, cuya composición no abra la puerta al “reparto de cargos de confianza entre amigos” del Partido Popular.
En Gamonal, sí
Los distritos pueden ser “un nuevo chiringuito creado bajo el pretexto de la participación”
El portavoz de la formación, Roberto Alonso, insiste en que se debe intentar respetar el espíritu de la ley, adaptando sus requerimientos a las necesidades de Burgos. Así las cosas, mientras entiende la figura del distrito en Gamonal, con incluso una sede fija que funcionase a modo de “miniayuntamiento”, con un concejal de servicio permanente, no lo ve tan necesario en otros puntos de la ciudad. La participación ciudadana se fomenta desde la voluntad política, y no por crear ningún instrumento nuevo de canalización, asegura Alonso.
Si no queda más remedio, que se creen los distritos, pero que no sean un nivel administrativo más sobre el ciudadano, ineficaz y caro, cuando lo que se debe potenciar es la simplificación administrativa y apostar por eliminar las duplicidades. Además, Roberto Alonso ve el peligro claro de que los gobiernos, en este caso el Partido Popular, aprovechen la creación de los distritos para, “bajo el pretexto de la participación”, abrir un “nuevo chiringuito” en el que colocar a sus “amigos”. Cualquier fórmula que se aplique, con incorporación de personal, debe llevar aparejado un proceso de selección vigilado, asegura Alonso.