Burgos celebra el Carnaval del Paraguas

La lluvia y el frío deslucen la penúltima jornada del Carnaval burgalés

El paraguas se ha convertido en el complemento de moda para disfrazarse

Burgos celebra el Carnaval del Paraguas Hubo más paraguas que disfraces. GIT

Había muchos superéroes y princesas. También algún emoticono perdido lejos de Whatsapp. Brujas, bomberos, legos, payasos y varios ‘minions’. Algún león fuera de lugar y varios pingüinos no tanto. Pero sobre todo, paraguas y cazadoras. Y es que, el Carnaval en Burgos no puede entenderse sin frío y, en este caso, lluvia, que no hacen sino invitar a disfrutar de los disfraces al calor de una estufa en casa. Por eso cobra aún más valor el empeño de grandes y pequeños por aprovechar una fecha que, sin el tirón que tiene en otras latitudes, se resiste a pasar desapercibida. El amor a Don Carnal es muy fuerte, que dirían algunos. Las ganas de cachondeo lo son más, que dirían otros.

En la Plaza Mayor se repartieron mil raciones de chocolate y bizcochos aptos para celiacos

Después de varias jornadas en las que la diversión y el espectáculo en las calles han sido las grandes protagonistas, hoy han sido los más pequeños de la casa los que han recogido el testigo. A media tarde, centenares de niños, acompañados por sus padres -y ataviados con paraguas y cazadoras, por supuesto- se han acercado hasta la Plaza Mayor. Allí les esperaban unas 1.000 raciones de chocolate y bizcochos aptos para celiacos que ayudaban a entrar en calor y, porqué no decirlo, a desesperar a unos padres que no daban a basto para limpiar manchas.

En esta ocasión, el ‘Chocobizco’ -para qué volverse loco buscando un nombre, ¿no?- contó con la participación de tres lunáticos peluqueros, que más que pelos cortaban la pana. Encaramados a enormes zancos y bolas, los tres personajes hicieron las delicias de los más pequeños mientras les instaban, como quien no quiere la cosa, a mantener limpia la plaza. “Nada de tirar los vasos vacíos al suelo. No seáis guarros”. Cualquier momento es bueno para educar.

Concurso

Y de allí, en busca de la música. Y es que, a apenas unos minutos después arrancaba en la plaza Huerto del Rey el tradicional concurso infantil de disfraces. Un concurso que este año arrancó pasado por agua. Poco movimiento, pero de valientes. El mismo escenario servirá esta noche de punto de reunión para la queimada popular y la discomóvil.

Y todo ello para apurar las últimas horas de una fiesta que sigue empeñada en sobrevivir a pesar del frío y que culminará mañana con un sin fin de actividades que tendrán su punto álgido con el Entierro de la Sardina. Prepárense plañideras, es hora de sacar los velos del armario y llorar por la marcha de Don Carnal.