La Policía registra numerosas denuncias de revisiones de calderas falsas
La proliferación de este tipo de estafadores hace obligado que se extremen las precauciones a la hora de admitir la entrada de técnicos de calderas
Actualmente la Policía Nacional investiga las numerosas denuncias interpuestas por supuestas estafas de falsos técnicos
La Policía Nacional ha notado un importante incremento de denuncias de visitas a domicilios por parte de falsos revisores que han inspeccionado las instalaciones y han cambiado alguna pieza innecesariamente, cobrando precios abusivos, a personas mayores. Actualmente, Policía Nacional está realizando investigaciones para dar con estos estafadores. Hasta que lleguen las detenciones, la Policía Nacional recomienda a la ciudadanía en general, y de manera especial a las personas mayores que se mantengan alerta y no dejen nunca entrar a extraños en sus hogares. Para evitarlo, desconfíe siempre de quien llame a su puerta ofreciéndole cualquier producto, solicitando información para cualquier organismo público, asociación u otro pretexto.
Si no tiene mirilla, instálela. Mantenga la puerta cerrada hasta que pueda identificar plenamente a la persona.
Tenga cuidado con los servicios técnicos que no hayan sido solicitados por usted o por su familia. Exija siempre acreditación a los representantes de servicios técnicos (gas, luz, agua, reparaciones, cobros, etc.) y confírmela telefónicamente, si es posible, con teléfonos oficiales de las marcas que figuren en guías distintas de las que le pudieran aportar los mismos revisores.
Las revisiones, obligatorias cada año, sobre los aparatos de gas que tenemos en casa, corren de nuestra cuenta. Es el usuario el que debe proveerse del técnico que mejor le convenga, igual que elegimos cualquier otro profesional para que nos arregle algo en casa. De ese modo, conoceremos con antelación el coste del servicio y si nos conviene o no.
Además, cada cinco años, la empresa distribuidora nos avisará con tiempo para realizar la revisión de las instalaciones, no de los aparatos, pero no nos cobrará en metálico por el servicio, sino que lo abonaremos con el recibo del mes siguiente.
No pagar en efectivo ninguna revisión que nos venga impuesta, o mediante coacción, y advertirlo antes de nada al que llega a nuestra casa. Si le decimos que no va a cobrar, posiblemente se vaya. Si pese a todo insiste, probablemente quiere aprovechar la visita para robar en un descuido las joyas o el dinero. Si no está seguro de que son revisores autorizados, no les deje solos en ningún momento y con ninguna excusa.
Pida a su vecino que le acompañe durante la visita del “revisor” y tenga a mano el teléfono para avisar a la Policía al 091 ante la mínima sospecha.