Ibáñez da por “zanjada” la liquidación con CaixaBank por Villalonquéjar I y II

Ángel Ibáñez recuerda que se hizo un requerimiento a Caja de Burgos en 2005, pero les avocaron a la vía judicial

Los informes técnicos y jurídicos, internos y externos, consideraban casi imposible una resolución favorable

El PSOE ha pedido que se cierre la liquidación de cuentas, no que se pida a la entidad el pago de ninguna deuda

La vía judicial es la única opción viable para obligar a CaixaBank, como heredera de Caja de Burgos, a hacer frente a una posible deuda contraída con el Ayuntamiento de Burgos por la venta de terrenos de propiedad municipal. Al menos así lo asegura el portavoz municipal, Ángel Ibáñez, quien se remite a diversos informes técnicos y jurídicos municipales, elaborados en el 2005, pero también a otros realizados por profesionales externos. Y como esos mismos documentos consideran “prácticamente imposible” que el Ayuntamiento consiguiese una resolución a su favor, lo mejor es dejar las cosas tal y como están.

“No se continuó con la vía legal porque era casi imposible obtener un resultado positivo”

De este modo responde el Partido Popular a la proposición presentada por los socialistas, con la que se pretendía que el Equipo de Gobierno iniciase los trámites para “liquidar” las cuentas pendientes con Caja de Burgos, vinculadas al desarrollo  del Polígono de Villalonquéjar en sus fases I y II. La entidad financiera fue la encargada de vender los terrenos, pero no todos eran de su propiedad, puesto que algunos pertenecían al Ayuntamiento. En concreto, 77.200  metros cuadrados ubicados entre los límites del polígono y las vías del ferrocarril, y los beneficios de cuya venta nunca llegaron a manos municipales.

Por las malas

Ángel Ibáñez ha asegurado que “se hizo todo lo posible por defender los intereses del Ayuntamiento”. En 2005 se solicitaron informes a diferentes áreas municipales, en los que quedó de manifiesto que las cuentas no estaban liquidadas, y que podría existir una deuda de Caja de Burgos con el Consistorio. Se hizo un requerimiento, recuerda el portavoz, y la respuesta de la entidad financiera fue que acudiesen a los tribunales si lo consideraban pertinente. Llegados a ese punto, se solicitó un nuevo informe, en este caso externo, que elaboró Antonio Jiménez Blanco.

En el mismo, según Ibáñez, se recoge la “practica imposibilidad de determinar eventuales responsabilidades”, teniendo en cuenta que se estaban dirimiendo relaciones comerciales de los años 80 y 90. Como nadie garantizaba un éxito en vía judicial, más bien al contrario, se optó por abandonar la lucha. “No se continuó con la vía legal porque casi era imposible obtener ningún tipo de resultado positivo para el Ayuntamiento”, ha insistido el portavoz. Y “si lo volviésemos a hacer ahora, el resultado sería el mismo”, ha asegurado, pero con un problema añadido: Caja de Burgos ya no existe.

Cerrar la liquidación

“Los bienes patrimoniales de las instituciones nunca prescriben”

Sin embargo, la explicación no ha satisfecho a Antonio Fernández Santos. Y es que el concejal socialista ha recordado que su proposición no plantea exigir a CaixaBank que abone ningún tipo de deuda al Ayuntamiento, sino que se liquiden las cuentas pendientes antes de la conformación del actual Consorcio de Villalonquéjar (con el que se gestionaron las ampliaciones III y IV). El propio informe de Jiménez Blanco reconoce que la liquidación está pendiente y que se debería cerrar. “Si Caja de Burgos estuviese en su lugar, ya lo habría reclamado”, ha señalado Fernández Santos.

Sin el apoyo del Partido Popular, la propuesta socialista se ha quedado sin aprobar. Sí que ha recibido el respaldo de UPyD, donde consideran que “no pasa nada por intentarlo”. Julián Altable ha asegurado que detrás de toda esta situación hay una clara “dejación de funciones” por parte del Equipo de Gobierno (el de ahora y los de antes), que “no ha sabido defender el patrimonio de los burgaleses”. Por su parte, Raúl Salinero habla de “estafa”, porque Caja de Burgos era consciente de que los terrenos que vendía no eran de su propiedad y, aún así, no repartió el dinero.