UGT calcula un 50% de fraude laboral en empresas de Burgos durante 2014

La vulneración de la legalidad es mucho más notoria entre las pequeñas empresas, con un 75% del total afectadas

Hostelería, supermercados, Transporte o Limpieza son los sectores que más casos, y más complicados, presentan

El sindicato no descarta iniciar una campaña informativa para animar a la denuncia, única salida posible

Lo hacía meses atrás y lo vuelve a hacer ahora, a ejercicio cerrado. El secretario provincial de UGT, Roberto Gómez, denuncia el importante porcentaje de empresas burgalesas que “practican” alguna fórmula de  fraude laboral. Según los cálculos que maneja el sindicato, basados en las consultas de los trabajadores afectados, en torno al 50 por ciento de las empresas de la provincia desarrollaría algún tipo de práctica ilícita, alcanzando el 75 por ciento en el caso de las pequeñas y medianas. Estamos ante un grave problema, que afecta a prácticamente todos los sectores.

La Reforma Laboral ha sido “un chollo” para muchos empresarios, esos que el propio Gómez denomina “piratas”, los que se han aprovechado de la escasez de puestos de trabajo para “campar a sus anchas”. Ya no estamos hablando sólo de empleos mal pagados o temporales, de un miedo permanente a ser despedido, de tener que aceptar las condiciones que se impongan sin rechistar, de la amenaza de los traslados forzosos… El fraude laboral implica incumplimiento de la legalidad, vulneración de derechos, amenazas, agresiones e, incluso, la comisión de delitos.

Contrato “4,6,8”

En Hostelería se contrata por cuatro horas, se pagan seis y se trabaja por ocho, diez o doce

Si bien es cierto que el fraude laboral se registra en casi todos los sectores, destaca en Hostelería. Aquí funciona mucho, según Gómez, el llamado “contrato 4,6,8”, es decir, personal contratado por 4 horas, al que se le pagan 6 y hace una media de 8 diarias, si no son 10 y 12 los fines de semana. De horas extra ya ni hablamos, y la situación empeora para los trabajadores de horario nocturno, puesto que sólo uno de cada tres está dado de alta en la Seguridad Social. Ejemplos, múltiples, y algunos de empresarios muy conocidos, con “cadenas” de establecimientos por toda la ciudad.

Cumplir con los horarios de trabajo también es impensable en los supermercados y las grandes superficies, asegura el secretario provincial de UGT. El empleado debe estar a disposición permanente de la empresa, flexibilidad total, sin remunerar las horas extras o haciéndolo a través de vales de compra. El Transporte es otro de los sectores complicados. En muchos casos, se manipulan los tacógrafos, se trabaja de 5 de la madrugada a 12 de la noche, con pequeños descansos entre medias y, para los fines de semana, se coge a “extras” que ni conocen las rutas ni los destinos de los viajes.

Limpieza y mayores

Da igual que estemos hablando de transporte de mercancías, de viajeros, de escolares o de trabajadores, asegura Gómez, son muchas las empresas que trabajan de este modo. Los empleados de Limpieza no están mucho mejor, puesto que el 70 por ciento de las empleadas de hogar no cuenta con cobertura social (ni se plantea esa posibilidad), y si se habla de las macroempresas que contratan con las administraciones, numerosos son los casos de incumplimiento de convenios, amenazas y suspensión de servicio dejando sin abonar parte de los salarios, por ejemplo Cleanet.

Gómez insiste en que hay que denunciar para poder acabar con los empresarios “piratas”

En Comercio, sobre todo textil y grandes almacenes, se incumple sistemáticamente el convenio, en salario y horas trabajadas, al igual que en las empresas de seguridad. Y en los servicios de acompañamiento a personas mayores, sólo el 20 por ciento de los trabajadores están contratados legalmente. En las residencias para personas de la tercera edad, de manera habitual se deben mensualidades a los empleados, incluso cuando los usuarios pagan religiosamente, y muchos de ellos desarrollan tareas fuera de su categoría o para las que, incluso, no están cualificados.

Roberto Gómez asegura que la situación es insostenible y que ha llegado el momento de dar el salto a las denuncias. Los casos que llegan al sindicato son por quejas y consultas de trabajadores afectados, pero pocos se atreven a denunciar. Es por ello que UGT no descarta iniciar una campaña informativa, para dar a conocer los derechos de los que se debería de disfrutar, y animar a los empleados a denunciar la situaciones. Si no se hace así, es imposible acabar con este fraude social ni con los empresarios “piratas” que se aprovechan de la situación.