La UBU patenta una “etiqueta inteligente” que determina la frescura de pescados envasados
El grupo de investigación de Polímeros ha desarrollado un material que cambia de color en función del deterioro microbiano de los alimentos
La tecnología destaca por su versatilidad en diseño y empleo, pudiéndose aplicar también en los propios lugares de envasado de los pescados
El grupo de investigación de Polímeros de la Universidad de Burgos ha desarrollado una “etiqueta inteligente” que permite conocer el grado de frescura del pescado envasado mediante un cambio de color fácilmente perceptible por el ojo humano. La tecnología, protegida mediante patente, consiste en un nuevo material polimérico con propiedades colorimétricas, es decir, cambia de color en presencia de aminas biógenas. La cantidad de aminas biógenas presentes determina el deterioro microbiano en pescados envasados y, por tanto, su estado óptimo de consumo, evitando intoxicaciones por la ingesta de un producto en mal estado.
Entre las ventajas de esta tecnología está su versatilidad en cuanto al diseño y empleo. Se pueden realizar etiquetas inteligentes en diferentes formatos, en función de las necesidades, que permitan el recubrimiento de otro tipo de materiales poliméricos y no poliméricos por métodos convencionales, como puede ser la impresión. El investigador de la UBU José Miguel García Pérez resalta que “las principales aplicaciones se centran en la calidad y seguridad alimentaria del pescado envasado, permitiendo tanto al consumidor como a la industria alimentaria tener un control fiable del producto”.
La versatilidad del material desarrollado posibilita también la fabricación de textiles inteligentes, capaces de determinar aminas biógenas en ambientes de trabajo, evitando posibles contaminaciones desde el lugar de origen de envasado de los alimentos, insiste García Pérez. Con esta nueva patente, el grupo de investigación ‘Polímeros’ cuenta con 8 desarrollos tecnológicos protegidos en el campo de la detección química de analitos de gran interés en la Industria Química, recuerdan desde la Universidad de Burgos.