La Confederación Hidrográfica defiende su gestión en las inundaciones
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro asegura que el organismo avisó de la magnitud de la crecida del Ebro con 24 horas de antelación
Defiende que la gestión de los embalses evitó males mayores en Miranda
Afirma que el caudal real del Ebro fue de 1.000 metros cúbicos por segundo
La gestión de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) durante las históricas inundaciones que sufrió el pasado fin de semana buena parte del norte de la provincia fue la “correcta”. Así al menos lo ha asegurado hoy el presidente del organismo, Xavier de Pedro, que ha visitado Frías y Miranda, dos de los lugares más afectados por la crecida del Ebro, para dar explicaciones de lo ocurrido ante todas las críticas recibidas por parte de ayuntamientos y vecinos. Unas críticas que, a su juicio, son totalmente “injustas”.
Según los cálculos de la CHE, el caudal real del Ebro en Miranda fue de 1.000 metros cúbicos por segundo
Según los cálculos de la CHE, el caudal real del Ebro en Miranda fue de 1.000 metros cúbicos por segundo
Y es que, según ha subrayado, la Confederación avisó con 24 horas de antelación a los municipios afectados de la llegada de una “avenida extraordinaria que superaba ampliamente los límites de una avenida ordinaria”, por lo que “hubo tiempo suficiente para dar conocimiento a los ciudadanos” de lo que venía aguas arriba. En este sentido, ha destacado, la gestión de crisis de este tipo es responsabilidad de “todas las administraciones”, no solo de la CHE, y “hay que involucrar a los ciudadanos” para intentar minimizar los daños de un “fenómeno de la naturaleza imposible de evitar”.
Así, lejos de asumir las críticas, De Pedro ha afirmado que el organismo “cumplió sobradamente” con “lo esencial”, dando en todo momento información sobre las previsiones que se manejaban. Unas previsiones que, por otra parte, no estuvieron tan desacertadas como inicialmente se planteó. Según ha confirmado De Pedro, el caudal real del Ebro a su paso por Miranda fue de entorno a 1.000 metros cúbicos por segundo, poco más alto que el previsto inicialmente. El problema, ha añadido, fue el colapso de la capacidad de desagüe del río, que encontró un auténtico tapón en las desembocaduras del Bayas y el Zadorra. Fue la afluencia de las aguas de estos dos ríos la que provocó que la altura del Ebro alcanzara los 6,95 metros.
Embalses
Además, De Pedro ha destacado que “la gestión de los embalses ha hecho que esta avenida disminuyera en 200 metros cúbicos por segundo” gracias a la capacidad de “laminación” de la presa del Ebro y del sistema Ullibarri-Gamboa. La mínima apertura de las compuertas de ambos embalses evitaron males mayores. En concreto, ha explicado, el embalse del Ebro registró entradas de hasta 250 metros cúbicos, mientras que sus vertidos se mantuvieron en todo momento en 5 metros cúbicos. También Ullíbarri (río Zadorra) registró caudales punta de entrada de 240 metros cúbicos y su vertido máximo fue de alrededor de 60.
El embalse del Sobrón tiene muy poco margen de maniobra para controlar avenidas
El embalse del Sobrón tiene muy poco margen de maniobra para controlar avenidas
Mención aparte se merece el embalse del Sobrón, situado a apenas 20 kilómetros aguas arriba de Miranda. A juicio del presidente de la CHE, el tamaño del embalse, de apenas 20 hectómetros cúbicos de agua, sumado a las limitaciones de seguridad impuestas por la presencia en el entorno de la central nuclear de Santa María de Garoña, hacen que tenga un “margen” de control de avenidas “muy pequeño”.
Con todo, y a pesar de que el sistema de alertas y control de la cuenca “tiene sus limitaciones”, De Pedro considera que la gestión de la crisis por parte de la CHE “ha sido correcta en todo momento” y ha tendido la mano a los municipios afectados a colaborar en todo lo posible para volver a la normalidad. A este respecto, el presidente del organismo ha confirmado que “los técnicos ya están” en la zona “para hacer una primera valoración de cómo está el cauce” y, a partir de ahí, “hacer aquellas actuaciones que sean necesarias para devolver el cauce a la situación preexistente”.
22 millones de euros
Mientras tanto, los damnificados siguen cuantificando los daños materiales, que son muchos. Una primera estimación realizada por el Consorcio de Compensación de Seguros, organismo dependiente del Ministerio de Economía, eleva el coste de los daños hasta los 22 millones de euros, aunque la cifra no es ni mucho menos definitiva y podría variar en función de los peritajes. De momento, el Consorcio ya ha recibido más de 450 solicitudes de indemnización de Miranda y diferentes municipios de Las Merindades, pero todo hace indicar que el número final superará el millar.