Clemente asegura que “es pronto” para saber los daños de las crecidas

La consejera de Agricultura ha confirmado que hasta que no se retire totalmente la nieve y el agua no se podrán cuantificar los daños reales de las riadas

Los cultivos afectados podrían recuperarse en función de su estado

Clemente asegura que “es pronto” para saber los daños de las crecidas

La consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, ha asegurado hoy que “todavía es pronto” para conocer al detalle el valor de los daños ocasionados por las históricas inundaciones sufridas en Las Merindades el pasado fin de semana. Según ha destacado Clemente en la clausura de las jornadas ‘Horizonte 2020’ organizadas por CaixaBank, ya se están realizando las primeras valoraciones, pero el cálculo final de los costes deberá esperar “a que se retire totalmente la nieve” que ha sepultado Las Merindades en las últimas jornadas.

Un invernadero de lechugas en Frías ha quedado arrasado

En este sentido, la consejera ha confirmado que la mayor parte de los cultivos afectados por las riadas son “de cereal”, por lo que cabe la posibilidad de recuperarlos a lo largo de las próximas semanas. “Muchas de las plantas se podrán recuperar cuando se retire el agua”, ha destacado. Además, ha añadido, “todavía hay tiempo para volver a sembrar” los cultivos, por lo que este aspecto concreto no es el que más preocupa a los responsables de la Junta.

Sí que se sabe, por el contrario, que algunas explotaciones concretas han quedado totalmente arrasadas. En Frías, por ejemplo, un invernadero dedicado al cultivo de lechugas ha sufrido “importantes desperfectos” y no se descarta que la lista se vaya incrementando a lo largo de las próximas jornadas. Por cierto, en esa localidad ha estado hoy el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, para conocer ‘in situ’ las consecuencias de las crecidas.

Por todo ello, cuando se conozcan los daños concretos, la consejería “establecerá una línea de colaboración y apoyo con la Diputación y los ayuntamientos afectados” para intentar minimizar las graves consecuencia de las impresionantes crecidas del Ebro, el Nela, el Trueba y el Cadagua.