El Ayuntamiento comunica a Hacienda que abandona el Plan de Ajuste

Se cumple con el último requisito pendiente, al pagar a proveedores con una media de 24 días en diciembre y enero

El 2014 se cierra con una deuda de 118 millones, un 13,3% menos que en 2013, y se espera bajar de los 100 millones en 2015

La liquidación será positiva, con un superávit entre 10 y 15 millones, que se destinarán a deuda, empleo y servicios públicos y sociales

El Ayuntamiento comunica a Hacienda que abandona el Plan de Ajuste Javier Lacalle y Salvador de Foronda. MG

El Ayuntamiento de Burgos ha pagado a sus proveedores en un plazo de 24 días, de media, durante los meses de diciembre y enero. No se trata sólo de una buena noticia para aquellos que facturan a los servicios municipales, sino que también supone el cumplimiento del último requisito pendiente del Plan de Ajuste. Tras la reducción de la deuda municipal y conseguida la estabilidad presupuestaria en 2013, sólo quedaba poder cumplir los plazos en el pago a proveedores para poder decir que el Plan de Ajuste se había cumplido y, por extensión, iniciar la salida del mismo.

“2014 ha sido el año de la normalización de la situación económica del Ayuntamiento”

De hecho, el Equipo de Gobierno ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Hacienda para hacerles saber que abandonan este Plan de Ajuste, implantado en 2012 con el visto bueno del Gobierno Central, según ha informado esta mañana el alcalde, Javier Lacalle. Quieren saber qué es lo que tienen que hacer ahora que se han liberado de un instrumento que, si bien ha servido para recuperar la estabilidad económica en el Ayuntamiento, también les ha estado imponiendo una serie de condiciones que han limitado la gestión municipal diaria.

Nuevo superávit

El Plan de Ajuste incluía, entre otras cuestiones, reducir la deuda municipal, equilibrar gastos e ingresos y pagar a proveedores dentro del plazo legal establecido. El 2014 ha sido el año “de la normalización del saneamiento de la economía del Ayuntamiento”, ha asegurado Lacalle. Se partía de una situación muy complicada en 2011, que se ha ido salvando año tras año, hasta conseguir cerrar 2013 con un superávit de 30 millones de euros, ha recordado el alcalde. Los técnicos aún trabajan en la liquidación del presupuesto de 2014, pero se estima que cerrará en positivo también, con un ahorro de entre 10 y 15 millones.

Este superávit, que va directamente a Remanente de Tesorería, se utilizará para amortizar deuda municipal, reforzar inversiones previstas y completar partidas de fines sociales. Javier Lacalle asegura que “no va a haber ninguna sorpresa”, ni se va a plantear ningún proyecto nuevo. El dinero se destinará a actuaciones de mejora en la ciudad (parques infantiles, intervenciones de la Brigada de Obras, calzadas…), cubrir necesidades especiales (como la ampliación de la partida de Ayudas de Urgente Necesidad que se aprobó en 2014) o las acciones que se pacten en el Consejo del Diálogo Social, con empresarios y sindicatos.

118 millones de deuda

El superávit servirá para completar el concepto global de mantenimiento de la ciudad

La deuda municipal se redujo, durante 2014, en 17,7 millones de euros, quedando en 118 millones (frente a los 136 del año anterior). La previsión del Equipo de Gobierno es poder cerrar el 2015 con una deuda en torno a los 102 millones, menos de la mitad de la registrada en 2011, cuando se alcanzaban los 208 millones (entre deuda financiera y comercial). En esos 102 millones se incluyen también los préstamos firmados con Banco Sabadell y Banco Santander tras la cancelación del Plan Montoro, para afrontar el pago del crédito concedido para abonar las facturas a proveedores.

Desde el Equipo de Gobierno están satisfechos con estos datos económicos, puesto que permiten al Ayuntamiento disponer de liquidez suficiente para abordar sus gastos, también a principios de año. Algo que se ha conseguido, esto último, gracias al superávit y al plan personalizado de pagos. Seguirán trabajando, durante 2015, para consolidar la media de pago a proveedores, mejorar la gestión de tributos municipales (a través de la Oficina de Atención al Contribuyente) o reducir la deuda, que incluso podría bajar de los 100 millones en este año.