La gripe, el enemigo silencioso de cada invierno

El virus de la gripe tiene una influencia estacional, por eso nos visita cada invierno

Durante el primer mes de 2015 se han contabilizado 375 casos de gripe en Castilla y León y durante el año 2014 ascendió a 4.256 casos

Hay que ser conscientes de la gravedad de la gripe y no banalizar con la enfermedad ya que tiene un importante índice de mortandad

Esa carta que trae malas noticias una vez al año y que aun así nos sigue sorprendiendo. Así es la gripe, también denominada ‘influenza’, debido a su influencia estacional, una enfermedad de niños, más propensos al contagio, que cada invierno nos visita y de la que deberíamos estar previstos.

La semana pasada se activó el protocolo de Gripe A en la Residencia de Asistidos de Fuentes Blancas

La semana pasada se detectaron en la Resistencia de Asistidos de Fuentes Blancas 6 casos de gripe A, que hizo que saltara la alarma social al recordar la pandemia que en 2009 provocó un elevado número de muertos en todo el mundo. Pero lo que la gente no sabe es que la gripe A posee diferentes subtipos que varían cada año. El tipo H1N1 corresponde al virus pandémico de 2009, mientras que el tipo H3N2 es gripe A común, que se corresponde con el 75 por ciento de la gripe aislada.

Además del tipo A, existen dos tipos más, el B y el C. El tipo B es más benigno pero se establece en grupos de población más reducidos, y por último, el tipo C, menos común y de escasa importancia.

La vacuna como medida de prevención

Sin duda, la medida de prevención más importante, además de la higiene, es la vacunación. Una vacunación que depende directamente de la estacionalidad. En este sentido, cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elabora la vacuna cuando en el Hemisferio Norte es verano. ¿Por qué? Simplemente porque en el hemisferio Sur es invierno y la gripe ya ha actuado allí.

La vacunación de los profesionales sanitarios es una de las tareas pendientes

Sin embargo, esto tiene una limitación muy importante: el virus de la gripe cambia cada año, por eso la eficacia de la vacuna es limitada. Por eso este año en la mitad de los aislamientos no ha existido una correspondencia de la enfermedad con la vacuna, y la protección ha sido menor que en otras ocasiones.

La Junta de Castilla y León lleva desde 1986 poniendo vacunas trivalentes, compuestas por 3 tipos de virus, dos del tipo A, y uno del tipo B. Ahora, se trabaja para que en un futuro podamos tener en España una vacuna cuadrivalente, compuesta por dos virus del tipo A y dos del tipo B. En la última campaña de vacunación realizada en Burgos participó el 21 por ciento de la población, llegando al 95 por ciento en las residencias de ancianos.

Pero una de las tareas pendientes es concienciar de la vacunación a los profesionales sanitarios, que no llegan al 35 por ciento, y que al estar en contacto directo con pacientes, no sólo tienen un gran riesgo de padecer la gripe, sino que pueden convertirse en transmisores de la enfermedad.

Asimismo, hay otras personas que deben tener mayor vigilancia, los grupos de riesgo, más propensos a que los síntomas de la gripe se vean agravados, es decir, personas con enfermedades crónicas, diabetes o embarazadas y personas mayores de 65 años, a las que se suministra una vacuna especial para que obtengan una respuesta mayor ante la enfermedad.

Método de trasmisión

La gripe se trasmite fundamentalmente por vía aérea a través de las gotitas que se expulsan al hablar, toser o estornudar. Aunque también puede transmitirse por contacto directo, es decir, al tocar superficies contaminadas por el virus, como por ejemplo, la mano de un enfermo, y posteriormente llevarse la mano a la boca o a la nariz. Asimismo existe una gran dificultad para controlar el contagio debido a que el virus puede trasmitirse desde un día antes del comienzo de los síntomas, hasta siete días después de que estos finalicen.

La gripe suele durar siete días y sus síntomas son: fiebre, dolor muscular, tos y decaimiento. Asimismo, si el enfermo presenta un cuadro más grave, como dificultades respiratorias o la enfermedad supera los siete días, debería acudir al médico.

375 casos en 2015

A lo largo del pasado año los facultativos sanitarios atendieron un total de 4.256 casos de gripe, y en lo que llevamos de 2015 se han contabilizado 375 casos de gripe en Castilla y León, de los cuales 350 no estaban vacunados, situándose en un nivel de intensidad y de incidencia muy elevado comparado con las temporadas pasadas. Por eso es importante que se deje de banalizar con esta enfermedad y nos concienciemos de la importancia de su prevención, ya que tiene unas consecuencias sociales de gran importancia que se podrían resumir en tres: económicas -durante el periodo de gripe del año pasado en Castilla y León, el 16 por ciento de las personas enfermas pidió la baja laboral-; el coste de las hospitalizaciones -32 en la comunidad-; y la mortandad, que ascendió a seis personas.