Miranda recupera poco a poco la normalidad tras la inundación
La histórica crecida del Ebro alcanzó el pico máximo a las 19 horas de ayer, con una altura de 6,95 metros y un caudal de 1.410 metros cúbicos por segundo
Durante toda la noche se ha ido normalizando la situación y la tendencia es a la baja
Aún no se ha hecho una valoración de los daños, pero se antojan millonarios
Una inundación histórica. Hacía 12 años que el Ebro no alcanzaba niveles como los registrados ayer en Miranda, donde prácticamente alcanzó los siete metros de altura y superó un caudal de 1.400 metros cúbicos por segundo. Una situación que derivó, como no podía ser de otra forma, en una emergencia de primer nivel. Más de una decena de calles del casco urbano tuvieron que ser cortadas al tráfico y se anegaron cientos de garajes, locales y bajos, por no hablar de los innumerables coches que quedaron literalmente sepultados bajo el agua. A falta de contabilizar los daños materiales, que seguro serán millonarios, no hay que lamentar ninguna víctima personal, aunque sí que fue necesario el realojo de varias familias cuyas viviendas quedaron totalmente aisladas por la riada.
Aún no se ha hecho una valoración exhaustiva de las pérdidas, pero se antojan millonarias
Aún no se ha hecho una valoración exhaustiva de las pérdidas, pero se antojan millonarias
La crecida alcanzó su pico máximo a media tarde, superando todas las previsiones lanzadas previamente por la Confederación Hidrográfica del Ebro, debido en parte a la crecida del Zadorra y el Bayas, que impidieron el desagüe normal del Ebro y formaron en sus desembocaduras un auténtico tapón. Las mediciones efectuadas a las 19 horas registraban un caudal de 1.410 metros cúbicos por segundo y una altura de 6,95 metros. Eso sí, incomprensiblemente, el partido del Mirandés frente al Racing finalmente se celebró, a pesar de que Anduva parecía cualquier cosa menos un campo de fútbol.
A partir de ese momento, la tendencia fue a la baja y el caudal del Ebro ha ido descendiendo paulatinamente durante toda la noche. Ahora mismo, y a pesar de estar todavía en situación de alerta, el principal río del norte de la provincia alcanza una altura de 4,21 metros en Miranda y un caudal de 725 metros cúbicos por segundo.
Más complicaciones
Pero superada esta emergencia, continúan las complicaciones. La primera de ellas en forma de nieve, ya que a partir de la media tarde de ayer comenzó a nevar con fuerza en la ciudad, provocando nuevos problemas añadidos. Y las previsiones que manejan los servicios meteorológicos no son alagüeñas precisamente para los próximos días.
Además, por delante queda ahora una ardua tarea de limpieza y valoración de las pérdidas registradas en comercios y viviendas particulares. No sería de extrañar que el Gobierno declarara Miranda como Zona Catastrófica, aunque de momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto.