Diputación y Junta habilitarán ayudas para los afectados por las inundaciones

El Gobierno Regional preparará una lía de créditos avalados por Iberaval para pequeños comercios y hostelería de Miranda

La Diputación ayudará a los negocios de Las Merindades a través de Sodebur y a los ayuntamientos afectados

Los consistorios deberán solicitar la declaración de zona catastrófica, aunque nadie asegura que se conceda

Diputación y Junta habilitarán ayudas para los afectados por las inundaciones

Los negocios, industrias y comercios de Miranda de Ebro y Las Merindades que se hayan visto afectados por los desbordamientos de los ríos Ebro, Nela, Trueba o Cadagua en el día de ayer tendrán a su disposición diferentes líneas de ayuda con las que cubrir los daños ocasionados, a fin de que puedan retomar su actividad económica lo antes posible y sin el menor coste personal y profesional. Desde la Diputación y la Junta de Castilla y León comenzarán mañana mismo a definir el modo de concretar esas ayudas, en diferentes reuniones técnicas y políticas, que tendrán lugar en la Institución Provincial.

El consejero de Economía, Tomás Villanueva, conocerá de mano del presidente de la Diputación, César Rico, cuál es la situación en la que se encuentra la provincia y cuáles son las necesidades de sus vecinos. Además, Villanueva dará a conocer los datos precisos sobre la línea de crédito que el Gobierno Regional habilitará para pequeños comercios, negocios de hostelería y pequeñas industrias de Miranda que hayan sufrido daños durante la crecida del Ebro. Según el delegado territorial, Baudilio Fernández-Mardomingo, las ayudas contarían con la colaboración de Iberaval, que prestaría su aval para la concesión de créditos a un bajo interés.

Sodebur al rescate

La Junta e Iberaval apuestan por la concesión de créditos blandos para financiar las reparaciones

Para el resto de negocios de la provincia afectados, será la Diputación la que determine qué tipo de ayuda se puede prestar. De este modo, antes de verse con Villanueva, César Rico presidirá una reunión con técnicos de la Institución Provincial y portavoces de los grupos de la oposición. En ella se realizará una primera evaluación de los daños, con implicación de las áreas de Fomento, Ingeniería de Caminos o Bienestar Social, además de Sodebur. Rico reconoce que “es pronto para hacer una evaluación definitiva”, pero no para preparar un primer catálogo de daños.

A través de los puntos informativos de la Diputación se podrá conocer el estado en el que se encuentran sus infraestructuras en la provincia (como las carreteras, por ejemplo). Además, los diputados provinciales están en contacto con los alcaldes de las localidades más afectadas (Frías, Villarcayo, Espinosa de los Monteros, Medina de Pomar o Valle de Mena), para disponer de una primera aproximación a los daños detectados, tanto municipales como particulares. Rico es consciente de que a medida que se vaya retirando el agua irán apareciendo más problemas, pero quieren tener una idea de cuál es la situación.

Con esa primera información, los técnicos provinciales comenzarán a trabajar, en contacto permanente con ayuntamientos y grupos de acción local. Cuanto antes se empiece, mejor, ya que llevará su tiempo conseguir que todo vuelva a la normalidad, insiste el presidente. Simultáneamente, la Diputación analizará qué líneas de ayuda se pueden habilitar, tanto desde la propia Institución como desde Sodebur. En este último caso, recuerda el presidente, se dispone de líneas de crédito a bajo interés que se pueden destinar a aquellos comercios, negocios o industrias con problemas.

Zona catastrófica

Los ayuntamientos serán los que tengan que solicitar la declaración de zona catastrófica

Finalmente, los vecinos que han visto cómo sus viviendas, garajes y lonjas quedaban completamente anegadas por las aguas tendrán que esperar a ver si el Gobierno Central acepta declarar Las Merindades y Miranda de Ebro como zonas catastróficas. Son los ayuntamientos los que deben realizar las correspondientes solicitudes, aunque César Rico ve complicado que se puedan cumplir todos los requisitos exigidos para tal declaración. Lo mismo opinaba esta mañana la alcaldesa de Villarcayo, Mercedes Alzola, aunque desde Frías, Luis Arranz está dispuesto a intentarlo.

Y es que las inundaciones registradas durante este fin de semana en la provincia son ya parte de nuestra historia. Varias décadas nos tenemos que remontar para encontrar acontecimientos tan severos, ni siquiera César Rico es capaz de recordarlos sin pensar detenidamente en ello. Reconoce que el temporal se centraba en el aviso de nieve, que al fin y al cabo es más controlable que el agua, pero la crecida de los ríos, sobre todo del Ebro, ha pillado “con el pie cambiado” a todos. Tanto es así que, si bien Guardia Civil, Bomberos y  Protección Civil trabajaron a destajo, en algunos momentos las adversas condiciones les obligaron a pararse o, en el caso de la evacuación de vecinos en Frías, a llamar a los GEAS de Valladolid.