La AUGC-Burgos apoya al agente que entrará en prisión por “discutir con el jefe”
Acompañarán a Sergio, condenado a cuatro meses de prisión, en el momento de su entrada en Alcalá Meco
Insisten en que la condena es “desproporcionada” e impropia de un país democrático y un Estado de Derecho
La AUCG recuerda que esta situación deriva del “anacronismo” de seguir vinculados a un Código Penal Militar
Agentes de la Guardia Civil de Burgos acompañarán el próximo jueves, 29 de enero, a su compañero Sergio, quien va a ingresar en la prisión de Alcalá Meco, a las 10:30, por discutir con uno de sus superiores. Mostrarán de este modo su apoyo ante lo que consideran “una injusticia impropia de un país democrático y de un Estado de Derecho’, fruto del “anacronismo” de la aplicación del Código Penal Militar a los trabajadores de la Guardia Civil, según la denuncia que realizan desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
El colectivo explica que, en medio de una discusión, Sergio le contestó a su jefe “maricón, si quieres discutimos esto fuera”, lo que ha derivado en una condena de cuatro meses en prisión. Desde la AUGC recuerdan que el agente cuenta con 12 años de servicio a sus espaldas y “un historial intachable”, y que la condena no es más que la consecuencia de que la Guardia Civil continúe sujeta al Código Penal Militar, “un sistema que actúa sobre los agentes como un mecanismo represor en su relación laboral respecto a sus mandos, dado que les impide el acceso a una justicia independiente al proceder los dictámenes directamente desde el poder ejecutivo”.
Sin beneficios penitenciarios
Desde Burgos, algunos de sus compañeros también califican de “desproporcionada” la reacción ante una respuesta inadecuada a un superior, recordando que en otros ámbitos esta situación habría derivado en una falta administrativa. En el caso de la Guardia Civil, en una condena de prisión, tal y como era notificado en la jornada de ayer por el Juzgado Togado Militar 14 de Cartagena, que establece su entrada en Alcalá Meco para el jueves.
Una condena, recuerdan en la AUGC, ante la que no caben beneficios penitenciarios que sí se aplicarían con la justicia ordinaria, como, por ejemplo, la no ejecución de la pena en caso de no contar con antecedentes y ser ésta inferior a dos años. Sergio, casado y con una hija a punto de cumplir los dos años, ingresó en el Cuerpo en 2002, y en la actualidad se encuentra destinado en el puesto de la localidad murciana de Archena, después de haber trabajado durante cuatro años en la Comandancia de Guipúzcoa, donde tuvieron lugar los hechos por los que ahora ha sido condenado.