Diego Galaz: “He encontrado sentido a mi dispersión”
El músico burgalés llenó ayer el auditorio del Cultural Cordón para presentar ‘Canciones y Paseos’, su primer trabajo en solitario
Se declara un enamorado de Burgos y profeta en su tierra
Considera que la música está en un buen momento, pero entiende necesario poner en marcha una Ley de Mecenazgo
Sus instrumentos insólitos han llamado la atención de propios y extraños en los escenarios de medio mundo, pero Burgos sigue siendo su tierra. Aquella de la que se enamoró y con cuyo público parece mantener un idílico romance. Por eso, no cabía imaginar otro lugar para presentar su primer trabajo en solitario. Ayer, Diego Galaz llenó el auditorio del Cultural Cordón para presentar ‘Canciones y Paseos’, un disco plagado de inquietudes y eclecticismo en el que recoge todas aquellas melodías y canciones que, por una razón u otra, todavía no habían sido presentadas al público, pero que merecían estar sobre un escenario. Y entre pruebas y bambalinas, el artista burgalés recibió a BurgosConecta para contarnos de qué va su música.
Presentas ‘Canciones y Paseos’, el primer álbum en solitario. ¿Algo de vértigo?
Me tiro, pero con red. Al igual que en otros discos, que comparto de tú a tú con grandes músicos, en este tampoco estoy solo. He tenido la suerte de poder grabar los temas con músicos con los que comparto proyectos, como Jorge Mastretta, y con otros con los que no comparto proyectos, pero que también son compañeros de viaje. Si uno graba su música sólo desde su perspectiva, el abismo puede ser muy grande, pero cuando te dejas de volver previsible porque otros músicos hacen que tu música sea mejor, se crea una red maravillosa.
¿Qué es ‘Canciones y Paseos’?
“El éxito no es triunfar sino que un paseo pueda hacerte igual de feliz que tocar en un teatro”
“El éxito no es triunfar sino que un paseo pueda hacerte igual de feliz que tocar en un teatro”
Es una especie de revisión de esa música que uno va guardando en una bonita caja, que quizá no cabe en otros proyectos; canciones que incluso pueden parecer anarónicas, pero con las que te reconectas. Es una reivindicación de lo ecléctico dentro de mi carrera y sobre todo es un disco cuyo denominador común, más que estilístico, es emocional. Hay muchos estilos, pero todas las canciones se unen a través de cómo entiendo yo la música. Luego, el título en sí es una reivindicación. El éxito musical no es triunfar, sino que un paseo pueda hacerte igual de feliz que tocar una canción en un teatro.
¿Por qué ahora?
Me apetecía. Llevaba ya varios años grabando con Zoobazar, Fetén y Mastretta, había grabado dos o tres temas nuevos y esa inercia me hizo animarme. Si hubiera parado y me hubiera cogido unas vacaciones no lo hubiera hecho hasta más adelante, pero preferí apretar la moto un poco más y me autoimpuse una fecha para poder darle salida. Un disco es eterno. Uno compone y le apetece hacer mil cosas, pero al final, el vaso de canciones ya estaba lleno.
¿Qué nos vamos a encontrar en el disco?
Pues hay de todo. Casi todas son composiciones propias, aunque hay alguna canción popular sobre la que he hecho arreglos. Nos vamos a encontrar un divertimento de sonoridades. Me he divertido mucho grabando violines, serruchos, silbidos o violines-trompeta. Las composiciones se basan un poco en las mismas ideas que utilizo para Fetén. Son canciones que se puedan cantar, aunque tengan esa complejidad detrás. Canciones que podrían tener una letra, pero no la tienen porque yo no escribo letras.
Es tu primer disco en solitario. ¿Será el último?
Yo compongo, y a partir de ahí, unas canciones van para Fetén, otras para Jorge y otras para Zoobazar. En la medida que componga canciones y no tengan cabida en esos proyectos, se llenará el vaso y volveré a hacer un disco.
Has hecho de todo en el mundo de la música. Has hecho acompañamientos, bandas sonoras, proyectos compartidos… Pero ¿cuál es el verdadero Diego Galaz?
Ese mismo. Yo soy muy disperso, pero he encontrado sentido a esa dispersión. Siempre he tenido la sensación de hacer muchas cosas y no concretar, pero al final eso de irme de gira a Noruega con un grupo flamenco, tocar con un grupo de blues en Madrid o interpretar música clásica ha convergido en un reconcimiento propio. Me he reconocido en esa mezcolanza y me he dado cuenta de que eso no es dispersión, sino un lenguaje que uno va construyendo a través de los diferentes caminos. En todo lo que hago ahora mismo me veo identificado. Quizá antes era diferente. La honestidad de uno mismo se basa en la sinceridad, el compromiso y la fluidez de lo que hace.
¿Te consideras profeta en tu tierra?
“Burgos está a la cabeza de España en relación cultura y población”
“Burgos está a la cabeza de España en relación cultura y población”
Sin duda. De hecho, sólo me considero profeta en Burgos. Ahora mismo toco en toda España, pero Burgos está a la cabeza en la relación cultura y población. La gente llena los teatros y los auditorios. Llenar el escenario del Fórum es como que 30.000 personas vayan a la ópera a Madrid. Y eso no es sólo por las instituciones, sino por la gente, que paga por la cultura. Yo me siento orgulloso de que Burgos, que era un desierto cultural hace unos años, ahora mismo esté a la cabeza de Castilla y León y sea una de las ciudades más dinámicas de España.
Tú también te vuelcas con Burgos
Yo soy un enamorado de Burgos. Pero cuando uno presenta un disco sin mucha publicidad y llena la sala, cuando hace una música para un cross y se le reconoce o cuando va andando por la calle y la gente te felicita por lo que haces sin ser famoso, te sientes feliz. Al final, hago muchas cosas aquí porque hay ese feedback. Por ejemplo, el Festival de Instrumentos Insólitos lo hago por que el Ayuntamiento lo quiere hacer y la gente responde.
¿Cuál es el estado de la música ahora mismo?
La música nunca se ha parado. Es la industria musical la que se ha venido abajo. Ahora mismo hay un montón de grupos superventas que la gente no conoce. La gente que sale en los concursos de la tele ya no es famosa. En cambio, hay grupos como Rozalen o como La MODA aquí en Burgos que no son conocidos y están llenando todas las salas. Es una revolución en positivo. Está habiendo más selección por parte de la gente, que ya no consume cualquier cosa, y eso es un momentazo. Falta una industria y una infraestructura para que no tengamos que vender discos en las pescaderías, pero para mí, la crisis ha sido positiva.
¿Esa crisis ha llegado porque la industria no ha sabido adaptarse?
“La industria musical no tenía nada que ver con la música”
“La industria musical no tenía nada que ver con la música”
En realidad no, ya que no tenía a qué adaptarse. La industria musical no tenía nada que ver con la música, sino que era una industria mercantil. En el momento en el que hay crisis y cambian los fetiches, se viene abajo. La gente sigue comprando música y yo soy de los que piensan que lo digital tiene los días contados. Lo que no seguimos comprando son los discos de siempre. La gente no es tonta, aunque a veces consume cosas que saben que son malas. Yo sé que algunas hamburguesas son malas, y puedo ir aún sabiéndolo, pero no voy a pagar 30 euros por esa hamburguesa.
Con Fetén Fetén recurristeis al crowfunding. ¿Es algo positivo o es síntoma de que algo no funciona al tener que recurrir a ello?
Para mí, el crowfunding no es algo bueno en si mismo, sino que es un método que nos ha permitido salir adelante. Debería haber una Ley de Mecenazgo general, mediante la que la gente pudiera apoyar proyectos y se vea beneficiada. El crowfunding tiene una parte negativa en lo institucional, pero no vemos la parte artística. Hay gente que lo está utilizando sin necesidad, teniendo un sueldo y se ha desvirtuado. El crowfunding debería ser algo transitorio hasta otra cosa.
¿Qué opinas entonces de esa idea del Gobierno de regularlo?
No me parece mal que se regulen las cosas. La hipocresía es que no se regule todo. Si se regula el crowfunding habría que regular también muchas cosas que están aconteciendo en España que son una barbaridad. La actitud del Gobierno debería ser desbloquear la Ley de Mecenazgo para que las grandes empresas puedan aportar dinero a proyectos culturales llevándose beneficios fiscales.
Además de todos tus proyectos ‘adultos’, también participas en proyectos infantiles.
Sí, y es lo que más me gusta. Con Fetén acabamos de hacer una semana didáctica en Alcalá de Henares y es el mejor espejo en el que se puede reflejar un músico. Nosotros ya tenemos un público infantil. Muchas veces subestimamos la capacidad de los más pequeños para ir más allá de cosas como Bob Esponja, y en realidad son capaces de reconocer en proyectos como Fetén, que es muy complejo, esa simplicidad de la música hecha desde una perspectiva más natural. Al año dedico el 20 por ciento de mi trabajo a los niños.
¿Y cómo se les hace llegar esa música tan compleja?
“Para gustar a los niños no hay que hacer de payaso”
“Para gustar a los niños no hay que hacer de payaso”
No hace falta ofrecer nada diferente. Hay un lenguaje y te tienen que gustar los niños. Yo entiendo ese lenguaje y les hablo desde esa perspectiva. No hay que ponerse un disfraz, ni hablarles raro ni hacer de payaso. A veces los músicos queremos hacer de payasos, que es un oficio dificilísimo, y en realidad lo único que tenemos que hacer es presentar cosas bien hechas, porque los niños distinguen lo bueno de lo malo.
Tras la presentación de esta noche (por ayer), ¿qué es lo siguiente?
Ahora me voy de gira con Zoobazar por varios países. Luego con Fetén tenemos otra gran gira por España e iremos a Estados Unidos. A partir de ahí, con Fetén también tenemos el proyecto de un disco en Argentina con cantantes latinoamericanos y más discos con Zoo Bazar. Muchas cosas.
¿Cómo te da tiempo a hacer todas esas cosas?
No lo sé, de hecho.