Por tierras y valles de Sancho de Matienzo

Los Montes de La Peña dividen el paisaje entre los valles de Mena y Losa

El túnel de la Complacera comunica de manera artificial las dos depresiones

Villasana es la populosa población capital del Valle de Mena y cuenta con importantes edificios civiles y religiosos

Por tierras y valles de Sancho de Matienzo Torre fortaleza de los Velasco. BC

El peso del camino queda aliviado casi siempre con la contemplación, el sosiego y la serenidad que ofrece el beso de las nubes, o del azul del cielo según casos, con las cumbres montañosas; esta vez, en el Valle de Mena. La ruta desde la capital se hace larga. Nada menos que 110 kilómetros separan la capital de Villasana, lo provoca que la comarca sea casi desconocida para el urbanita que reside en la capital de la provincia. Hasta cuatro pasos de montaña debe franquear el viajero: Tamarizos, la Mazorra, Bocos y el Cabrio; y un quinto encubierto, a la altura de Cernégula, antes de adentrarse en la parte oriental del Páramo de Masa, antes de la inhóspita Villalta.

La estampa permite observar un impresionante del Pico del Fraile y el Diente del Ahorcado, a la izquierda de la vista; del macizo que hace de frontera natural entre los valles de Losa y de Mena. Al otro lado de la montaña en invierno, la nieve cubre pueblos y vallejos. Y a este lado del monte, el verde se convierte en el reflejo más puro que demuestra que el Creador se recreó en hacer bello este paraje.

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Montes de la peña; a la izquierda, el Pico del Fraile. BC

Los riscos del monte de La Peña separan Mena de Yuso. Sólo un túnel de 20 metros excavado en la roca permitía antaño a los vecinos de esta comarca comunicarse. Los losinos tenían que subir hasta Relloso y pasar por los dos Quincoces, el de Yuso y el de Suso. Antes de llegar al Pico del Fraile, el túnel da paso al fértil Valle de Mena. El descenso aun largo, se hacía menos penoso que afrontar los 30 kilómetros que debían recorrer con sus caballerías y la pérdida de una jornada entera para hacer este viaje. Es el túnel de la Complacera. La salida del túnel se adivina en la silueta de la montaña, lo mismo que el camino que desciende hasta la populosa villa menesa.

Vegetación y fauna avícola

Los montes de La Peña son de caliza, del Cretácico y tienen desniveles de hasta 1.200 metros con respecto a la depresión de Mena. La variada vegetación contempla especies diferentes en su flora, desde robles, hayas y quejigos, hasta algún que otro tejo milenario. Una auténtica joya ecológica perfectamente resguardada y que sirve de hogar a centenares de especies avícolas. En la parte más alta tienen su hogar las rapaces más interesantes del norte peninsular, desde el águila real y los buitres leonados, pasando por alimoches o búhos reales. Tienen estas aves en Ordunte y sus montes su hábitat natural más adaptado a su especie.

La Complacera, Peñalba, Peña Mayor, Corvilla y Hornilla son los hitos más relevantes de los Montes de la Peña que ascienden desde Losa, desde Quincoces, hasta el Pico del Fraile. Peña Mayor es la que tiene mayor altitud con 1.256 metros sobre el nivel del mar y supone el pico más elevado entre los dos valles.

Villasana

Convento de Santa Ana. BC

Convento de Santa Ana. BC

La populosa villa es la capital administrativa de este fecundo valle que limita con el País Vasco y Cantabria. Por sus calles se respira vitalidad. La cercanía a Bilbao y la riqueza natural del entorno configuran un espacio único en la provincia de Burgos. La localidad cuenta con todos los servicios esenciales, desde las oficinas administrativas hasta un cine, el Amania, un entretenimiento del que no todas las localidades de Burgos pueden presumir.

Es cita de encuentros multiculturales en el verano ya que cuenta con uno de los festivales de folclore más importantes de España, en el que un centenar de personas voluntarias se pone al servicio de los vecinos para ofrecer un verano cultural diferente y atractivo.

Los orígenes de la villa datan de la época de la Reconquista; existen antecedentes datados en 1199, año de fundación de Valmaseda a cargo de don Lope Sánchez de Mena que le otorga un fuero a la villa burgalesa. Pero fueron los Velasco, como en todas Las Merindades, quienes dieron vida, unos siglos después, a Villasana y amurallaron toda la población.

La calle más antigua es la conocida como del Medio donde se encuentra la Casa de Fuelle, una de las más antiguas de la villa, junto al palacio de Sancho Ortiz de Matienzo, la personalidad más relevante en la historia de este pueblo. Matienzo fue secretario de la Casa de Contratación de Indias; abad de Jamaica y canónigo de la Catedral de Sevilla. Del palacio apenas quedan unos restos de arte mudéjar, entre las calles del Medio y Bajera.

Torre de Los Velasco

Es el monumento más importante de la villa, junto al convento de Santa Ana, hoy centro cultural del pueblo. La torre se levantó por orden de Juan Fernández de Velasco a principios del siglo XV. Fue una fortaleza a defensiva que sirvió para el combate entre las dos familias más relevantes de Las Merindades, los Velasco y los Salazar. Construida en sillares de 40 centímetros de grosor, tiene una altura de 13 metros y 11 de cada lado.

Por su parte, el convento de Santa Ana fue mandado construir por Sancho Ortiz de Matienzo y tiene restos mudéjares del XVI en su claustro.