El PCAS critica la compra de una pistola taser para la Policía Local
Los castellanistas consideran que las pistolas taser son especialmente “peligrosas” y los agentes municipales ya están capacitados para reducir a personas violentas
Creen que provocarán mayor “inseguridad” entre la ciudadanía
El Partido Castellano (PCAS) ha mostrado su rechazo a la decisión del Equipo de Gobierno municipal de adquirir una pistola taser para la Policía Local. Según denuncia la formación castellanista en un comunicado, esta nueva “ocurrencia del equipo de Lacalle” lo único que generará será un sentimiento de “inseguridad” entre la ciudadanía. No en vano, “las competencias de orden público corresponden a la Policía Nacional”, por lo que el cuerpo municipal no debiera contar, a su juicio, con equipos tan “peligrosos” como éste.
En este sentido, añaden los castellanistas, “más de 70 personas han muerto en Estados Unidos y Canadá desde 2001 después de haber recibido la descarga eléctrica de pistolas taser” según varios informes de Amnistía Internacional. Tal y como asegura esta ONG, “a pesar de su frecuente uso, no ha habido ningún estudio riguroso, independiente e imparcial sobre sus efectos, especialmente sobre personas que padecen del corazón o que están bajo la influencia de las drogas”.
Así, desde las filas del PCAS se lamenta que el Ayuntamiento de Burgos “se ponga a la altura de países con un lamentable historial en violaciones de derechos humanos a la población civil, como Israel, Malasia, México o Turquía, que también la utiliza las taser”. Más si cabe cuando consideran que los agentes municipales están perfectamente cualificados para “reducir a personas con conducta violenta, como ha ocurrido hasta ahora sin ningún de incidente grave, ni para los policías, ni para los delincuentes”.
Descargas eléctricas
Este tipo de armas tienen como finalidad inmovilizar a la víctima. En la actualidad, las pistolas taser disparan dos dardos con electrodos que se conectan al arma mediante alambres de metal. El arma manda cargas eléctricas a los electrodos que, al alcanzar a la persona, controlando sus músculos e incapacitándola, en varios casos se han causado diferentes lesiones, e incluso la muerte.