Los vecinos del Círculo esperan que el nuevo arzobispo sea “más permeable”
El pasado 1 de enero se concentraron ante la Casa de la Iglesia para cantarle villancicos a Francisco Gil Hellín
No consiguieron que se les atendiera, pero confían en que el nuevo arzobispo esté dispuesto a escucharlos
Continuarán con las movilizaciones porque es la única forma de que en el Círculo les presten atención
La idea era buena, pero la fecha escogida no tanto. Una docena de vecinos del Círculo Católico de Obreros se concentraban el pasado 1 de enero a las puertas del Arzobispado para pedirle al actual máximo responsable de la Iglesia Católica en Burgos, Francisco Gil Hellín, su intermediación en el conflicto abierto con la directiva de la Fundación Benéfica. Le estuvieron cantando unos villancicos y haciendo un poco de ruido, pero las puertas de la Casa de la Iglesia no se abrieron para este grupo de vecinos. Lo positivo: consiguieron llamar la atención de muchos burgaleses que paseaban por el centro de la ciudad en esos momentos.
El portavoz del colectivo, Javier Hernando, reconoce que el día elegido no fue el más apropiado, pero la aviso está dado. De momento, no tienen intención de dirigirse al arzobispo a través de un medio más oficial, sino que esperarán a que se produzca el nuevo nombramiento, “a ver si el próximo es más permeable”. En julio, Gil Hellín cumple 75 años, por lo que se deberá escoger otro arzobispo para Burgos. Los vecinos confían en que el nuevo esté dispuestos a escucharles y, al menos, intente interceder ante la dirección de la Fundación Benéfica, otra cosa es que “le dejen meter mano”, asegura Hernando.
Nuevas movilizaciones
Que la convocatoria del pasado 1 de enero tuviese una escasa respuesta no desanima a este portavoz, quien asegura que son muchos los vecinos que están hartos de que, en un colectivo con 3.000 socias, la voz cantante la lleven cuatro. Sin embargo, movilizar cuesta, aunque seguirán adelante porque parece que es lo único que surte efecto. Javier Hernando recuerda que, en las reuniones mantenidas con el actual presidente, José Ignacio Mijangos, en lo que hizo especial hincapié fue en que dejasen de manifestarse y acudir a los medios, porque “no les gusta nada” verse en esa situación.
En próximos días, los vecinos del Círculo Católico celebrarán una nueva reunión, en la que valorarán la concentración del pasado jueves y analizarán acciones futuras. “Seguiremos pelando”, asegura Hernando, porque los compromisos adquiridos por Mijangos no se han cumplido. Ni se han revisado las rentas, ni se están llevando a cabo intervenciones para solventar las deficiencias de los edificios, ni se ha dejado de cobrar a los inquilinos obras que deberían ser asumidas en su totalidad por los propietarios. La Fundación quiere seguir haciendo dinero con un proyecto que nació como benéfico, recuerda Hernando.