Daniel Arce vuela en la San Silvestre

El corredor se impone a Rubén Castrillo y Jesús Gómez con un tiempo de 15:58

Se batió el record de participación con más de 6.400 dorsales

Daniel Arce vuela en la San Silvestre Arce, Castrillo y Gómez. GIT

El corredor burgalés Daniel Arce se adjudicó hoy la XXV San Silvestre con un tiempo de 15 minutos y 58 segundos tras imponerse en los últimos metros a un combativo Rubén Castrillo que ha sido incapaz de aguantar el último cambio de ritmo. En tercera posición ha entrado Jesús Gómez, mientras que David García Azofra, campeón el año pasado, se ha quedado fuera del podium después de mantener el ritmo de los mejores durante buena parte de la carrera.

En esta edición, en la que la carrera cumplía sus bodas de plata, la organización repartió más de 6.400 dorsales, equipados en esta ocasión con un chip para controlar el tiempo. Como viene siendo habitual, otros tantos cientos de burgaleses -si no miles- se unieron a la tradición sin dorsal. Tampoco faltaron los habituales disfraces, cochecitos de bebe y buen humor.

La carrera comenzaba frente al Jardín Botánico de la Quinta como se esperaba, con los grandes favoritos abriendo el pelotón. Un grupo de cinco corredores, formado por Daniel Arce, Jesús Gómez, Víctor García, David García Azofra y Nacho Casas, cogió rápido las primeras ventajas respecto al resto. Poco después conectaba con el grupo de cabeza Castrillo, que junto a Arce y Azofra se fueron repartiendo el peso de la carrera e imponiendo un ritmo demoledor.

En la calle Vitoria

El grupo entraba en la calle Vitoria con un tiempo de ocho minutos y medio y entonces comenzaba la batalla real. Castrillo intentó romper el ritmo en varias ocasiones, pero lo único que consiguió fue que gente como Víctor García o Nacho Casas perdieran contacto. No así Arce, que aguantó todas y cada una de las acometidas hasta que encontró su momento. Ya en los últimos metros, cuando la carrera entraba en Eladio Perlado, el corredor burgalés lanzaba un ataque demoledor ante el que nada pudieron hacer sus rivales.

Al final, una gran victoria para acabar bien el año y comenzar 2015 con buenas perspectivas. El propio Arce reconocía tras la carrera que “era una espinita” que por fin se ha sacado. Ahora, el objetivo pasa por “seguir mejorando” y “estar más adelante en los 1.500 para poder pensar dentro de dos años en alguna posibilidad de ir a las Olimpiadas”.