El Obispillo exhorta a los adultos a luchar contra las injusticias

Rubén Menéndez de las Nieves ha sido el encargado de cumplir con la tradición del Día de los Santos Inocentes

Al arzobispo de Burgos le ha pedido su intermediación para que ningún niño viva sin el amor de sus padres

Finalizar las obras de la Plaza de la Tesla y más zonas de juegos infantiles han sido las demandas dirigidas al alcalde

Y al pueblo burgalés le ha pedido que tenga presente “la mirada inocente de un niño” y evite sufrimientos innecesarios

El Obispillo exhorta a los adultos a luchar contra las injusticias El Obispillo recorrió las calles del centro de Burgos a caballo. GIT

Cumpliendo con la tradición, Rubén Menéndez de las Nieves, el Obispillo 2014, nos ha obligado en este Día de los Santos Inocentes a mirar el mundo con los ojos de un niño. Son muchas las injusticias que jalonan nuestro día a día, directa e indirectamente, y la mayor parte son responsabilidad única de los adultos. Con ellas sufrimos todos, pero sobre todo los inocentes, los niños. Por ello, el mensaje lanzado por el Obispillo en esta ocasión ha sido casi un imperativo: luchar con los medios a nuestro alcance para evitar las guerras, que los niños pasen hambre y necesidad, que crezcan sin sus padres, sin amor y sin felicidad.

“Que no haya niños en el mundo que sufran injusticias”

La jornada festiva ha comenzado a las 11:30, en el Monasterio de las Madres Salesas, donde ha tenido lugar la ceremonia de investidura del Obispillo, así como el reconocimiento del vicario (Daniel Alonso Carretero) y los secretarios (Mario Moral, David San Martín y David Peña). A continuación, la comitiva se ha traslado al Palacio Arzobispal, donde han sido recibidos por Francisco Gil Hellín. El Obispillo, acompañado por los integrantes de la Escolanía de Pueri Cantores de la Catedral de Burgos, le ha pedido al arzobispo su intermediación para que “no haya niños en el mundo que sufran injusticias”.

Contra las injusticias del mundo

“Somos el futuro de la Iglesia Católica y de la humanidad entera”, ha recordado, al mismo tiempo que ha tenido también palabras de apoyo para aquellos niños que viven sin el amor de sus padres. Francisco Gil Hellín se ha unido a la “oración” del Obispillo y, tras desearle “un pontificado largo y abundante”, ha asegurado que rezará también para que “todos los niños tengan siempre el tesoro de sus padres”. El arzobispo ha insistido en que la falta de los mismos “es una triste  imagen de estos tiempos, que nos apena y nos hace sufrir”, por eso se une también al mensaje del Papa Francisco, por la familia y contra las injusticias sociales.

Del Arzobispado, el Obispillo se ha dirigido a la residencia de ancianos Barrantes y, tras recoger a su caballo blanco, que le esperaba en la calle Asunción de Nuestra Señora, ha recorrido la Plaza del Rey San Fernando, el Paseo del Espolón y la Plaza Mayor, rodeado de su comitiva y numerosos curiosos. Muchas fotos, sonrisas, caras de asombro entre los más pequeños han acompañado a Rubén en su bendición al pueblo de Burgos. Ya en el Ayuntamiento, el Obispillo ha sido recibido por el alcalde, Javier Lacalle, quien ha tenido que escuchar sus peticiones.

Juegos infantiles

“Estamos todos a tu disposición”

La primera de ellas, que se finalicen las obras “interminables” de la Plaza de la Tesla (en Fuentecillas), porque impiden que los niños jueguen en la zona. Burgos necesita de más zonas de juegos infantiles y que se mantengan mejor las existentes. También ha habido una petición especial para que el Ayuntamiento contribuya a la creación de empleo. Javier Lacalle ha recogido de buen grado estas demandas, asegurando que “tomamos buena nota de lo que nos has dicho”. Algunas de las peticiones son más fáciles de llevar a cabo que otras, ha reconocido, pero trabajarán para cumplir con sus deseos.

La fiesta ha finalizado con la bendición del Obispillo a la ciudad  desde el balcón de la Casa Consistorial. Allí, Rubén ha recordado que Jesús nació pobre en un pesebre, pero que nosotros vivimos “satisfaciendo nuestros caprichos”. Eso sí, no en el caso de todos los niños, porque muchos sufren necesidad en diferentes partes del mundo. En manos de los adultos está acabar con ese sufrimiento y, para ello, debemos recuperar la inocencia innata en los más pequeños: “tener presente la mirada inocente de un niño”, dejando a un lado los egoísmos, las ambiciones y las avaricias.

El Obispillo 2014 ha cerrado su bendición con un mensaje de plaza y de felicidad a todos los niños de Burgos.