UPyD pide adecuar el IBI al uso de las fincas, no a su calificación
La formación analiza la situación de muchos vecinos de la periferia que han visto recalificadas sus propiedades
Ahora pagan el IBI correspondiente a suelo urbano, que es 9.400 veces superior al de suelo rústico
Roberto Alonso esgrime una sentencia del Tribunal Supremo en la que plantea vincular el IBI al uso de las parcelas
Unión Progreso y Democracia intercede a favor de los vecinos de los barrios periféricos de la ciudad que han visto cómo sus propiedades se han recalificado, pasando de rústicas a urbanas, como consecuencia del nuevo Plan General de Ordenación Urbana. “Lo que a primera vista podría considerarse como que les ha tocado la lotería”, explica Roberto Alonso, con la situación económica actual y tras la burbuja del ladrillo, es más un inconveniente que una suerte. Y es que los impuestos incrementan considerablemente su valor, mientras los propietarios son incapaces de vender las parcelas.
Los propietarios pagan 534 euros por hectárea, en lugar de los 5,6 de rústico
Alrededor de un centenar de vecinos, de zonas como Villatoro, Villímar, Cortes o Villafría, están “sufriendo” las consecuencias de la modificación del PGOU. Recalificar sus terrenos supone tener que pagar un 9.485 por ciento más de IBI, es decir, en lugar de pagar de 5,6 euros por hectárea de suelo rústico, 534 euros por hectárea de suelo urbano. Es por ello que UPyD plantea al Ayuntamiento de Burgos que, basándose en una sentencia del Tribunal Supremo, gire los recibos del IBI en función del uso que se dé a las fincas y no de la calificación que reciban.
Es decir, hasta que los terrenos no se desarrollen urbanísticamente, los propietarios tendrían que seguir pagando un IBI de finca rústica. Además, Roberto Alonso vuelve a solicitar una revisión de los valores catastrales acordes a los tiempos que vivimos, como ya lo hizo durante una sesión plenaria y fue rechazado por el Equipo de Gobierno. Para la formación magenta, la gestión urbanística del Partido Popular está equivocada. Cuando aún quedan por desarrollar dos tercios del anterior PGOU, el nuevo plantea recalificaciones en la zona periferia, apostando por una ciudad “dispersa y poco sostenible”, critica Alonso.
Cupo cubierto
La petición de UPyD se realiza a través de los medios de comunicación, y no mediante una proposición al Pleno Municipal de mañana como sería su intención. La razón es que la formación magenta ha cubierto el cupo de 17 mociones que le otorga el reglamento y, aunque se ha pedido al alcalde “que fuera flexible”, Javier Lacalle ha respetado la normativa, y UPyD no podrá presentar ninguna proposición. Para Roberto Alonso estamos ante una nueva muestra de “falta de espíritu democrático” por parte del Equipo de Gobierno.