Burgos cerrará 2014 con un 0,9 por ciento más de autónomos
La provincia de Burgos cuenta ahora mismo con 28.885 autónomos, 266 más que a principios de 2014, y se prevé que la cifra se incremente en 2015
ATA observa buenas señales tras un año con más luces que sombras
Más luces que sombras. La provincia de Burgos cerrará el año con un crecimiento del 0,9 por ciento del número de autónomos. Así lo ha confirmado hoy la secretaria general de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) de Castilla y León, Soraya Mayo, quien ha explicado que en lo que va de año se han dado de alta como autónomos 266 personas más, hasta alcanzar una cifra global de 28.885 en toda la provincia (19.072 hombres y 9.821 mujeres).
De los 28.885 autónomos registrados en Burgos, 19.072 son hombres y 9.821 mujeres
De los 28.885 autónomos registrados en Burgos, 19.072 son hombres y 9.821 mujeres
Tal y como ha señalado Mayo, este crecimiento es muy similar al registrado en el conjunto de la comunidad, que ha sufrido un incremento del 1 por ciento en el número de autónomos, hasta alcanzar los 203.031, es decir, 2.006 más que a principios de año. A su juicio, estos “positivos datos” son la consecuencia de varios factores, cimentados en la leve mejoría económica registrada en la comunidad y el buen funcionamiento de sectores como la comunicación, el mercado inmobiliario o las actividades artísticas.
De hecho, esta mejoría, que todo indica que se prolongará e incluso intensificará en 2015, provocará un significativo incremento del número de autónomos en la comunidad y la provincia a lo largo del próximo ejercicio. “Si todo sigue así, se reactiva un poco el crédito y se aumenta el consumo, Castilla y León puede cerrar 2015 con 3.000 autónomos más“, ha asegurado Mayo. Lo que está claro es que el incremento del número de autoempleados ha roto la tendencia acumulada desde que estalló la crisis, lo que ya es todo un logro.
Varias sombras
En este sentido, el presidente de la asociación en el ámbito nacional, Lorenzo Amor, que se ha desplazado a Burgos con motivo de la celebración del Comité de Dirección, ha destacado que el cambio de tendencia se ha visto ratificado en todo el territorio estatal, donde el número de autónomos ha crecido en más de 80.000 personas. A su juicio, medidas como la ‘tarifa plana’ para contrataciones o las bonificaciones en la cuota de la Seguridad Social para emprendedores han facilitado la creación de nuevos negocios.
Pero no todo son luces. También hay sombras, y además de cierta magnitud. Y es que, la más que posible supresión de la bonificación del 20 por ciento sobre el rendimiento neto a aquellos autónomos que generen empleo supondrá en los dos primeros meses del año la pérdida de miles de puestos de trabajo. Según las cifras que maneja ATA, esta reducción podría alcanzar los 70.000 empleos. “Hemos pedido por activa y por pasiva” que se prorrogue el programa de bonificaciones, pero el Gobierno parece decidido a abandonar esta medida, ha subrayado Amor.
Morosidad
Asimismo, el portavoz de la asociación ha insistido en la necesidad de reducir los ratios de morosidad que todavía tienen que sufrir los autónomos en España. En este sentido, Amor ha reconocido que las administraciones públicas van poco a poco acercándose a los objetivos planteados desde Europa y en los últimos meses han reducido en un 30 por ciento el periodo medio de pago. No pasa lo mismo con la morosidad privada, que supone un “verdadero desastre” para la liquidez de los autónomos. A su juicio, no es lógico que muchas de las empresas que operan en el IBEX 35 tarden 5 meses en pagar a sus proveedores.
Finalmente, el portavoz de ATA también ha vuelto a hacer hincapié en la necesidad de abrir el grifo del crédito, que aunque está empezando a fluir, todavía no lo está haciendo en los cauces esperados. Eso sí, en este aspecto en concreto, la asociación se muestra más confiada, ya que el cierre del grifo del crédito de la banca tradicional está abriendo la puertas a nuevas vías de financiación que ya están consolidadas en buena parte de los países de nuestro entorno, como las vinculadas a las sociedades de garantía recíproca, como Iberaval.