Illera sigue en bailes con la tasa de garajes
Los vecinos reciben las primeras resoluciones del Tribunal Económico-Administrativo que desestiman las reclamaciones
Han pagado una tasa de entrada y salida de vehículos aún no utilizando sus garajes para estos servicios
Quieren una reunión con el alcalde para explicarle su situación y que se encuentre una solución justa
Los vecinos de la Barriada de Illera que presentaron reclamaciones ante el Tribunal Económico-Administrativo por los recibos de la tasa de entrada y salida de vehículos girados en 2013, con carácter retroactivo hasta 2009, están empezando a recibir las resoluciones. Han tenido que esperar casi un año y la respuesta municipal no es precisamente la que esperaban: una tras otra se van desestimando las quejas, sin que se ofrezca ninguna alternativa, más allá de pagar los recibos o inutilizar la entrada a sus viviendas, incluso en aquellos casos en los que no existe vehículo, ni ha existido nunca.
“Si es un error administrativo, que se lo coman ellos”
La situación deriva de la reforma que se llevó a cabo en la Barriada en 1992. En aquel momento, los vecinos que así lo solicitaron pudieron realizar rebajes en las aceras para facilitar el acceso a sus garajes, motivo por el cual vienen pagando religiosamente los vados desde entonces. Los problemas empezaron a darse el año pasado, cuando algunos de los vecinos que no habían realizado rebajes empezaron a recibir las notificaciones de cobro de la tasa de entrada y salida de vehículos, y con carácter retroactivo, porque se les obligaba a pagar hasta 2009, los cinco años máximo que permite la ley.
Pocas soluciones
Delia Ventureira, la presidenta de la Asociación ‘Nuestra Señora de las Nieves’, recuerda que la mayor parte de los recibos rondaban los 500 euros, y estaban llegando a domicilios de personas mayores o familias que no tenían coche ni nunca había utilizado los garajes como tal. Protestaron ante el Ayuntamiento, con reuniones con Salvador de Foronda (concejal de Hacienda) y Fernando Sedano (el intendente jefe de Policía Local), pero la única solución que les dieron fue pagar (de lo contrario se exponían a recargos de entre el 10 y el 20 por ciento) y recurrir.
La resolución de los recursos ante el Tribunal Económico-Administrativo han tardado casi un año en llegar, y en todos los casos se están desestimando, así que parece que nadie les va a devolver un dinero que, a juicio de los vecinos, se les ha cobrado de manera indebida. “Si fue un error administrativo, que se lo coman ellos”, pero que no obliguen a nadie a tener que pagar cinco años de una tasa que debía haber sido girada desde un primer momento, insiste Ventureira. Además, la presidenta critica que la opción de inutilizar la entrada a los garajes no se esté gestionando de manera adecuada.
Inutilización inútil
“Hemos presentado tres instancias, la última hace 15 días, y no responde”
Además de pagar, la otra alternativa municipal era que los vecinos que no utilizasen el garaje para entrada de vehículos pudiesen colocar vigas de metal en las puertas que los inutilizasen. De este modo, tampoco tenían que pagar las tasas. Al principio, los inspectores giraban visita, daban el visto bueno a la intervención, se retiraba el recibo y problema solucionado. Pero llegó un momento, explica Delia Ventureira, que los inspectores dejaron de pasar a comprobar los trabajos realizados, por lo que los vecinos se quedaban con la obra hecha pero pagando los recibos.
Por todo ello, la Asociación ha vuelto a solicitar reunión con el alcalde, Javier Lacalle. Pocas esperanzas tienen en entrevistarse por el primer edil, ya que son varias las instancias registradas y ninguna de ellas ha recibido contestación. Los vecinos se han pasado por el Ayuntamiento, han intentado “pillar” al alcalde, pero no hay forma de conseguir que se siente con ellos para que puedan explicarle cuales son sus problemas. Illera seguirá insistiendo porque, además de este problema, están muy interesados en mostrarle a Lacalle los fallos de seguridad detectados en la instalación de las barracas.