Fallece Justino Calvo, nueva víctima del amianto de Hispano Química
Según informan desde UGT, Calvo fallecía ayer lunes tras años luchando con las consecuencias derivadas de la inhalación del tóxico
Se trata de una nueva víctima del grupo de trabajadores de Hispano Química, posteriormente P.I Prosider Ibérica y Sibibur
En el sindicato recuerdan que, a pesar de la sentencia del TSJ, los afectados no han recibido las indemnizaciones a las que tienen derecho
El exempleado de Hispano Química Justino Calvo, de 71 años, afectado por el amianto inhalado durante el tiempo en el que trabajó para la empresa asentada en Burgos, fallecía ayer lunes tras años de “lento pero inexorable deterioro de su salud”, según informan desde el sindicato UGT. Desde 1968 y hasta finales de la década de los años 80, Calvo, al igual que cerca de otro centenar de trabajadores de Hispano Química, P.I Prosider Ibérica y Sibibur, estuvo expuesto al amianto en niveles superiores a los permitidos por la normativa, sin que la empresa adoptara medidas de protección y prevención exigibles.
Así lo declaró probado el Juzgado de los Social, primero, y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, segundo, mediante sentencia de 11 de julio de 2013. Dicha sentencia reconocía el derecho de Calvo a percibir una indemnización de 131.790, 45 euros, recuerdan desde UGT, al mismo tiempo que establecía la responsabilidad solidaria de todas las empresas citadas.
Sin embargo, “la tibia acogida de su caso en la Inspección de Trabajo, junto a la decepcionante actuación de la fiscalía de siniestralidad laboral de Burgos, así como la lentitud de los procesos judiciales, junto a la nula voluntad de la empresa de llegar a un acuerdo para el abono de la justa compensación de los daños causados, han arrebatado a Justino la posibilidad de mejorar la calidad de su salud y atención médica en los últimos años de su vida, puesto que no ha llegado a recibir dicha indemnización”.
Una vida de sufrimiento
En los últimos años de su vida, Justino “no sólo tuvo que padecer las graves secuelas que el amianto le dejó en los pulmones recuerdo de aquellos años de duro trabajo por un paupérrimo sueldo, si no que tuvo que asistir a la incomprensión de su antigua empresa”, que recurso tras recurso dilató el proceso judicial hasta el límite y que una vez que la sentencia fue firme “no ha tenido la decencia de reconocer el daño causado y, a mayores, cual víctima, achacaba a Justino, su familia y sus representantes querer hundir la empresa”. Desde UGT le desean que “descanse en paz, pues se lo merece, no como aquellos otros que tuvieron tan poco respeto por la vida humana”.
En poco más de un año han muerto a consecuencia del amianto que inhalaron en la factoría de la Calle Bureba, del Polígono Industrial Gamonal-Villayuda, al menos dos trabajadores, tras el fallecimiento de Fernando García Alonso el 25 de agosto del pasado año, “un duro golpe para sus familias y para UGT que se ha involucrado de forma responsable y justa en la defensa de los intereses de todos los afectados, los expuestos al amianto y los trabajadores que quedan en activo en Prosider Iberica y Sibibur”.