Condenan a una matrona y una ginecóloga por parto negligente
El Juzgado de lo Penal nº 1 de Burgos las considera responsables de dos faltas de imprudencia, una con resultado de muerte
No actuaron correctamente ante un caso de hiperdinamia, lo que desembocó en la muerte del bebé y una histerectomía a la madre
Ambas trabajaban en el Hospital Santiago Apóstol de Miranda, y han sido condenadas a pagar una indemnización de 280.000 euros
Servicios de Urgencias hospitalarias. GIT
El Juzgado de lo Penal nº 1 de Burgos ha condenado a una ginecóloga y a una matrona del Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro por la muerte de una recién nacida y las graves secuelas ocasionadas a la madre, como consecuencia de un parto negligente. Según la sentencia, ambas mujeres son consideradas responsables de sendas faltas de imprudencia profesional, una con resultado de muerte y otra con resultado de lesiones. Además, según han informado desde El Defensor del Paciente, el Juzgado ha establecido una indemnización de 280.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Los hechos por los que ginecóloga y matrona han sido condenadas se remontan al 11 de junio de 2010. Sobre las 22:00, C.M.G, embarazada de 40 semanas, acudía al Santiago Apóstol con contracciones, que se habían iniciado dos horas antes. Ambas profesionales la examinaron y la sometieron a una monotorización continua desde las 22:35, tal y como ellas mismas han reconocido durante el juicio. Durante el registro se puso de manifiesto que se estaban produciendo contracción uterinas con valores superiores a lo normal, lo que se conoce como hiperdinamia.
Reacciones a destiempo
De acuerdo con la praxis médicas, las profesionales debían haber realizado un examen del PH del cuero cabelludo del bebé, para determinar si estaba recibiendo suficiente oxígeno y, en caso de que no fuera posibles, extraerlo inmediatamente mediante cesárea. Sin embargos, ni matrona ni ginecóloga tomaron ninguna de estas medidas. A las 4:05, se pasó a la paciente a quirófano para un parto vaginal, durante el cual la madre sufrió importantes lesiones en el útero. Además, cuando detectaron que el ritmo cardíaco del bebé era lento, se procedió a una cesárea de urgencia.
La niña nació finalmente a las 4:40 y requirió maniobras de reanimación, masaje cardíaco e intubación. Tuvo que ser trasladada al Hospital Txagorritxo de Vitoria, donde se le diagnosticó asfixia perinatal, encefalopatía hipósico isquémica e hipertensión, lo que llevó a su fallecimiento dos meses mas tarde. Mientras, en el proceso de extracción de la recién nacida y de la placenta, los médicos detectaron la rotura del útero de la madre, lo que les obligó a una histerectomía (extirpación total del útero), dada la imposibilidad de reconstruirlo.