Los vecinos de Cótar y Villafría pueden volver a casa
El Ayuntamiento les comunica que las pruebas realizadas dan niveles 0 de toxicidad en aire, por lo que hay ningún riesgo
Además, los Bomberos dan por controlado el fuego, aunque tardarán todavía entre dos y tres días en extinguirlo
Se reabrirán en breve todas las vías de comunicación cortadas al tráfico, salvo la BU-30 frente a Campofrío
Los vecinos evacuados de Cótar, Villafría y Barriada Moisés pueden volver ya a sus domicilios. Así se lo acaban de comunicar responsables municipales, tras analizar las mediciones realizadas para comprobar el grado de toxicidad del aire afectado por el humo que se desprende del inmenso incendio de Campofrío. La decisión era previsible, sobre todo después de que el alcalde, Javier Lacalle, asegurase que las pruebas realizadas a las 15:00 daban niveles 0 de toxicidad. Aún así, quedaban algunas pendientes y, finalmente, al comprobar que no ha habido cambios, se ha optado por permitir a las 400 personas afectadas por el desalojo volver a sus casas.
Ante los trabajadores de la planta de Gamonal, Lacalle explicaba cómo se tomaba la decisión de evacuar a los vecinos, tras comprobar a las 11:30 que el humo podía venir contaminado por el amoniaco que circula por las tuberías del sistema de refrigeración. Era una medida preventiva, “velando por la seguridad” de estos burgaleses, que son los que más cerca están del siniestro. En alerta han estado también los vecinos de Rubena y Castañares, a los que se ha recomendado no salir de casa y no abrir las ventanas, aunque el peligro parece que ya ha pasado.
Incendio controlado y apertura de vías
Del mismo modo, el Ayuntamiento de Burgos comunica que los Bomberos dan por controlado el fuego, que no extinguido. Para esto último se requerirán entre 48 y 72 horas, según el alcalde. Por ello, las vías de comunicación cerradas desde esta mañana se reabrirán al tráfico, es decir, los accesos al polígono y a la capital por la N-I, N-120 y AP-I. Seguirá sin admitir vehículos el tramo de la BU-30 frente a la propia factoría, lugar en el que siguen trabajando los efectivos del Parque de Burgos. Poco a poco se va restableciendo la normalidad en la ciudad tras este grave incendio.
De los 400 vecinos desalojados, alrededor de 140 se trasladaban al Polideportivo José Luis Talamillo, donde han estado atendidos por responsables de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, personal de Sacyl y voluntarios de Cruz Roja, entre otros profesionales. Los más pequeños habían sido enviados al Centro Cívico Río Vena. El Ayuntamiento había habilitado hasta 100 camas, en hostales y residencias de la capital, ante la posibilidad de que los vecinos tuviesen que hacer noche fuera de sus viviendas. La mayor parte de los desalojados se había quedado con familiares y amigos.