El Ayuntamiento asumiría toda deuda del Consorcio del Desvío si se disuelve

Fernández Santos asegura que los últimos acuerdos firmados llevarían al Consistorio a la quiebra técnica, al tener que afrontar el pago de 166,7 millones

El concejal socialista pide al Equipo de Gobierno que estudie, a través de técnicos y profesionales, una vía que implique a las antiguas Caja de Burgos y CajaCírculo

Considera que posponer el pago de las amortizaciones de los créditos a 2016 es una maniobra electoral, por la que el Ayuntamiento tendrá que pagar caro

El Ayuntamiento de Burgos tendrá que asumir en solitario la deuda contraída por el Consorcio del Desvío, unos 166,7 millones de euros, en el caso de que éste se disuelva en 2016. Así lo marca el acuerdo firmado con el propio ente, a través de sus representantes legales, Javier Lacalle y Ángel Ibáñez. Además, según ha explicado el concejal socialista Antonio Fernández Santos, dicho acuerdo deja fuera de toda responsabilidad a los dos entidades financieras que lo constituyeron en 2003, Caja de Burgos y CajaCírculo, cuya participación actual se reduce a sendas fundaciones, sin presencia ni de CaixaBank y ni de Grupo Ibercaja.

“Posponer la amortización supone un alivio evidente. Nos apartamos del crack del Consorcio en el periodo electoral”

Para Fernández Santos, los últimos acuerdos firmados entre Ayuntamiento, Consorcio y entidades a las que se deben los préstamos suscritos son muy “perniciosos” para las arcas municipales. Y es que la negociación municipal ha conseguido, por un lado, demorar el pago a realizar al Consorcio en los años 2014 y 2015 y, por otro, retrasar hasta 2016 el pago de las amortizaciones a CaixaBank, Ibercaja y Dexia Sabadell, correspondientes también a estos dos ejercicios. El Ayuntamiento sólo abonará los intereses derivados de los créditos, lo que supone un “alivio” puntual y con un carácter puramente electoralista.

El socialista tiene claro que el Partido Popular ha buscado posponer el “crack económico” del Consorcio, puesto que no dispone de la liquidez para afrontar las amortizaciones de 2014 y 2015, para salvar las elecciones municipales y dejarle el problema al nuevo Equipo de Gobierno. De este modo, llegado el 2016, el Ayuntamiento tendrá que afrontar de golpe 36,9 millones de euros, de los cuales 19,8 millones deberán ser pagados en enero y el resto, a finales de año. A esto hay que sumar los 17 millones anuales hasta 2023, en concepto de amortizaciones de los créditos, y los propios intereses generados por las tres operaciones.

Quiebra técnica

A esta situación “absolutamente preocupante” se le suma otra mucho mayor. Y es que en el acuerdo firmado entre Ayuntamiento y Consorcio se establece que si en 2016 el ente no dispone de suficiente liquidez para hacer frente a la deuda de 166,7 millones de euros, se disolverá. Una disolución que es muy probable que se produzca teniendo en cuenta que la liquidez dependerá de la venta de suelo liberado del desvío, y no entra dentro de las previsiones económicas que el mercado inmobiliario se recupere lo suficiente como para que el Consorcio pueda empezar a hacer caja a un buen ritmo.

“Caja de Burgos y CajaCírculo son corresponsables de las decisiones que se adoptaron”

Además, Javier Lacalle y Ángel Ibáñez, como representantes de ambas entidades, han acordado que sea el Consistorio el que asuma en solitario esa deuda, sin que el Equipo de Gobierno haya hecho nada, según Antonio Fernández Santos, para implicar a los otros dos miembros del Consorcio. Cuando se creó, en 2013, Caja de Burgos y CajaCírculo entraron a formar parte del mismo “libremente”, ha recordado el socialista, y desde entonces han estado gestionándolo en igual de condiciones y obteniendo beneficios. Sin embargo, a la hora de pagar la deuda contraída parece que no tienen ningún tipo de responsabilidad.

Es por ello que el PSOE está dispuesto a exigir explicaciones al Equipo de Gobierno, al mismo tiempo que le pide que los técnicos municipales analicen la situación y que se encargue un estudio externo que explique si existe alguna solución que no sea cargar a las arcas municipales los 166,7 millones de euros. Antonio Fernández Santos ha insistido en que el Ayuntamiento debe “defender los intereses de los ciudadanos”, e intentar por todos los medios que las entidades que han absorbido a Caja de Burgos y CajaCírculo asuman también esa deuda.

Critica el concejal que, en estos momentos,  ni CaixaBank ni Grupo Ibercaja tengan presencia en el Consorcio, relegándose la representación de las antiguas cajas a sus respectivas fundaciones, algo que es inexplicable. Además, Fernández Santos ya avanza que si su formación forma Gobierno en 2015, lo primero que van a hacer es establecer la responsabilidad de cada uno de los miembros del Consorcio. “No sacrificaríamos la economía del Ayuntamiento de las próximas décadas simplemente por un interés electoral”, ha afirmado Santos.